
Hablamos con el actor José Sacristán, que estará hasta el domingo 9 de noviembre en el Teatro Olympia de Valencia con 'El hijo de la cómica'.
A Escena Valencia: 'El hijo de la cómica' se basa en el libro de Fernando Fernan Gómez, 'El tiempo amarillo'. Un proyecto muy personal donde además escribes la versión, la dirección y la interpretas. ¿Qué tiene esta obra que te ha impulsado a llevar a cabo este proyecto?
José Sacristán: Tiene la admiración, el cariño y el respeto a la figura de mi amigo y maestro Fernando Fernán Gómez. Un hombre como él y del que tuve el privilegio de ser amigo suyo. Me importaba mucho que la gente conociera sobre su vida y lo que prácticamente nadie sabe: su infancia, los primeros años de su juventud, sus primeras películas... Y que lo conozcan a través de los personajes que le rodearon. Su madre, su abuela, los colegios, las pensiones, y también la España de su tiempo. Un poco, una crónica de lo que él cuenta en 'El tiempo amarillo'. Esa primera parte parece como un 'Episodio Nacional' que tiene algo de Galdosiano y de Baroja, y de 'La forja del rebelde' de Barea.

A Escena Valencia: "Si el escritor Delibes me enseñó a mirar, el cómico Fernán Gómez, a escuchar", estas palabras forman parte de la información del espectáculo. ¿Qué crees que tiene la figura de Fernán Gómez que cautiva y sigue cautivando el interés del público?
José Sacristán: El talento y una actitud ante la vida. He dicho muchas veces, cuando el colérico Fernán Gómez reacciona.... es porque he dicho mucha veces que se gastó el dinero en un detector de imbéciles. Mientras a nosotros el tonto se nos echa encima sin darnos cuenta, él se lo veía venir... Fernando era un hombre cordial, generoso, cariñoso... no tenía nada que ver con esa gente que le hartó en un momento determinado. Quiero contar todo sobre un hombre imprescindible en la cultura de este país. Esto me importaba mucho y aspectos de su vida que nadie conoce.
A Escena Valencia: Pude ver dos veces en el Teatro Olympia de Valencia 'Señora de rojo sobre fondo gris'. En este caso, vuelves a trabajar con Jesús Cimarro y Pentación Espectáculos. ¿Qué es lo más importante para ti a la hora de elegir en qué espectáculo o proyecto quieres trabajar en teatro?
José Sacristán: Que me guste y que se aproxime. Creo que soy una buena correa de transmisión de estados de emoción, de la gente de a pie, de los problemas que nos afectan a todos. Que nos hacen llorar o reir. Nos mantiene vivos o nos ayuda a aferrarnos a la muerte. Además, contar con grandes amigos como Mario Vargas Llosa, Miguel Delibes y Juan Mayorga. La suerte de contar historias de gente que admiro, respeto y quiero profundamente.
Trabajar con Jesús Cimarro aporta toda la infraestructura de Pentación, que es enorme. Todo el cuidado, la seguridad de que todo lo que necesite el espectáculo lo voy a tener. La distribución perfecta y rigurosa del espectáculo, atendiendo unas premisas que yo planteo sobre las cuales se ha de hacer la gira y con un amigo como Jesús. Rigurosísimo en su trabajo.

A Escena Valencia: Eres un actor que además de ser un referente, tienes un gran dominio de la palabra, del texto y de la energía del espectáculo. ¿Qué trabajo sueles hacer para que, en caso de interrupciones, la energía pueda ser la misma y no influyan en el espectáculo?
José Sacristán: Pues no sabría decirte. Soy un profesional, llevo mucho tiempo en esto y manejo los medios cómo creo que debo manejarlos, sorteando alguna que otra dificultad. Se plantea el directo del teatro. A veces se producen accidentes, hay toses insolentes, que suenan con cierta frecuencia, pero creo que llevo muchos años en esto y manejo mis herramientas como profesional y las pongo al servicio de textos que afortunadamente puedo elegir. Confío en que los resultados, como tu señalas, sean del agrado de la gente.
A Escena Valencia: Siempre se dice teatro cuando pregunto qué prefiere un actor. Has trabajado en cine, televisión durante muchos años. En este momento vital, ¿prefieres teatro?
José Sacristán: Sí, pero no porque yo haga distinciones. Le tengo mucho respeto a la cámara. Le tengo cariño y respeto profundo a la cámara. Es hacerlo bien y es igual de díficil en cualquier medio. Lo que pasa es que yo ya no quiero madrugar. Me niego a madrugar y a pasar frío en exteriores o calor en el verano. La televisión y el cine necesitan unos tiempos de los que yo ya no dispongo. En el teatro, lo disfruto todo más a mi manera y me siento más cómodo. Insisto, no porque yo haga distinciones de jerarquía ni de géneros, me parece que hacer bien una comedia puede ser tan difícil o más que hacer un drama o una tragedia.

A Escena Valencia: Además de Delibes, de Vargas Llosa, de Mayorga... ¿algún autor o proyecto en el futuro para teatro?
José Sacristán: No. Ya he cumplido 88 años y según Jesús Cimarro tengo para rato con 'El hijo de la cómica'. Vamos a quedarnos ahí (risas).
A Escena Valencia: Después de una trayectoria vital tal enlazada al arte y a la cultura. ¿Qué es para ti ser actor después de todos estos años y de todas esas vivencias?
José Sacristán: Es seguir jugando. La posibilidad de jugar a que el otro crea que soy el que no soy. Que ríe, que llore, que algo le pase... pero sobre todo y por encima de todo, la seriedad del juego a que se crean que soy el que no soy.
Muchas gracias a José Sacristán por esta entrevista para A Escena Valencia.
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