A.E.: ¿Cómo es la nueva versión de “Luces de Bohemia” que plantea Eduardo Vasco?
G.G.M.: Una versión de Eduardo Vasco con absoluto respeto al texto de Valle-Inclán. La puesta en escena de Vasco es además luminosa y ágil, también profunda y desgarradora cuando tiene que serlo, así es el texto de Valle y despojada de solemnidad e ideas preconcebidas y encorsetadas. Trabajo que se sustenta en el gran trabajo de todo el reparto.
A.E.: Interpretas a uno de los grandes personajes del teatro, Max Estrella, en este caso acompañado de Antonio Molero, que interpreta a Latino de Hispalis. ¿Cómo ha sido el proceso de trabajo en ensayos y coincidir en el escenario con Antonio?
G.G.M.: Trabajo gozoso, de descubrimiento permanente cada día de ensayo, creando los personajes a la par, en la escucha del otro, en la entrega, la generosidad y el compromiso.
A.E.: Es una de las obras dramáticas españolas más importantes del siglo XX. Un clásico universal que siempre está de actualidad. ¿Qué crees que tiene esta obra que la hace tan especial?
G.G.M.: Es uno de los grandes textos de nuestra literatura, el más importante de nuestro siglo XX.
Nos interpela, nos sacude y nos pone delante un espejo cóncavo. La crónica social de una España sin aliento, sin ética, contada desde el dolor y la necesidad interior de un artista, por eso nos llega y nos duele.
A.E.: Hablamos del esperpento. De un retrato de un Madrid de toda una época, de una deformación de lo grotesco, de un espejo cóncavo donde mirar la realidad. ¿Cómo ha sido entrar en ese momento histórico que retrata Valle-Inclán, en ese viaje nocturno por la ciudad y sus miserias?
G.G.M: En el proceso, un viaje luminoso de descubrimiento hacia lo oscuro y hacia la miseria también de nuestros días, por eso un texto brutal y estremecedor.
Ahora que acabáis de estrenar el montaje en Madrid, ¿qué sensaciones y comentarios os han llegado estos primeros días?
Estamos felices porque el trabajo y la entrega gozosa ha llegado al público, nos emociona cada día el entusiasmo de los espectadores.
A.E.: ¿Cómo definirías a Max Estrella desde tu trabajo como actor?
G.G.M.: Es uno de los grandes personajes del teatro universal, un reto y un regalo. Siembre vi en Max Extrella, su dolor, su rabia, su conciencia del fracaso, pero también su ternura y su humor. Un personaje de gran belleza, envenenado por la literatura y el alcohol.
A.E.: Estás interpretando a un gran personaje, también pude verte recientemente con “Amistad” de Juan Mayorga en teatro. ¿Qué autores y textos te gustaría poner en pie?
Siempre el siguiente, el siguiente autor, el siguiente texto…ahora, Shakespeare y Chèjov, palabras mayores.
A.E.: Además del teatro, también este 2024 has participado en el cortometraje “Adiós” de José Prats, y en las series “Serrines”, “La sombra de la tierra” y “Una vida menos en Canarias”. ¿Qué es lo que más te apasiona de tu trabajo en audiovisual?
G.G.M.: Me gusta participar en proyectos donde la parte creativa sea importante, ahora tengo la sensación de que todo va demasiado rápido y que nada permanece, por eso hacer un gran texto siempre vale la pena, si sale bien, quedará para siempre en la memoria de los espectadores, de eso se trata.
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