En A Escena Valencia, nos trasladamos a Madrid y hablamos con el periodista y apasionado del mundo del deporte Jesús Álvarez. En un café tranquilo de la capital, desgranamos en esta charla sus vivencias personales, y su extensa y premiada trayectoria personal.
Un placer de charla. Gracias, Jesús.
A.E.: Todo un referente del buen periodismo. Jesús Álvarez tiene una extensa y dilatada trayectoria, y es uno de los rostros más populares de la televisión durante décadas de informativos. Apasionado del mundo del motor y el deporte. Personalmente, tenía muchas ganas de hacer la entrevista en persona.
J.A.: Encantado Juan Pablo, aquí estamos por fin. Hemos podido juntar nuestros intereses, nuestros horarios, cronología y viajes... (risas). Aquí estamos. Encantado de estar en A Escena Valencia.
A.E.: Viendo tu currículum y tu trayectoria profesional, es la de toda una vida. Lo hablábamos hace un momento, antes de empezar la entrevista. Muchos hemos crecido viéndote trabajar. ¿Cómo empezó el periodismo en tu vida y cómo decidiste dedicarte de manera profesional?
J.A.: El periodismo fue una causa lógica de tener un padre periodista, una madre locutora de radio, una hermana trabajando en la radio, una tía que era locutora de radio y actriz de doblaje. Se me ocurrió hacer todo el bachiller de ciencias, porque no iba a hacer periodismo. Iba a hacer otra carrera.
Las circunstancias de la vida me abocaron a hacer periodismo. Tuve la desgracia de perder a mis padres muy joven. Mi padre murió cuando yo tenía 12 años. El primer presentador de un telediario en este país. Él presentaba el telediario de las tres. Había que hacer un informativo y había que empezar por el de las 15:00h. Lógicamente, no vas a empezar por el de las 21:00h. Le tocó y por eso fue el primero presentando un informativo. Mi madre murió muy joven desgraciadamente, cuatro años después que mi padre. Tenía 16 años entonces. Me planteé rápidamente que si quería estudiar una carrera de ciencias, como yo tenía pensado, me iba a llevar mucho tiempo y dinero, y a lo mejor al final no la iba a sacar. Me dije que tenía que ser pragmático, mirar por mis intereses y tenía que empezar una carrera o un oficio que me permitiera empezar a trabajar desde ya. Pensé que el periodismo era el que más se ajustaba a mis necesidades y también a mis gustos. Siempre digo que soy periodista por genética, porque lo llevaba en la sangre, aunque no lo sabía.
A.E.: Hablemos de tus comienzos en el periodismo...
J.A.: Cuando empecé a estudiar, tuve la inmensa fortuna de empezar a trabajar muy pronto en la radio. Desde primero en Ciencias de la Información, ya estaba trabajando en la radio. Enseguida, al año siguiente, pasé a televisión, insospechadamente, porque para un chaval de 19 años salir en televisión, y más en aquella televisión, que era la única televisión que había en nuestro país, con el rigor, con la trayectoria que tenía, con la rigurosidad... para mí fue una sorpresa. Fueron tiempos de cambio.
Estamos hablando del año 76-77. Supongo que los directivos de televisión vieron en mí sangre fresca para incorporar a una televisión que había estado muy encorsetada durante mucho tiempo por la censura, el franquismo, etc. Pensaron que a lo mejor había que actualizar las cosas, darle un poco de gracia al asunto, y vamos a poner a gente joven. Ahí aparecí yo. Hubo otras circunstancias que me abocaron a llegar a televisión, pero el resumen es ese. Aparecí con 19 años en televisión, y me he pasado 47 años haciendo esto.
A.E.: Cuando estudiaste periodismo, ¿había alguna decisión sobre el tipo de periodismo que querías hacer o medio en el que quisieras trabajar?
J.A.: No. Te voy a explicar por qué. Siempre he explicado en las clases de periodismo, que he tenido la oportunidad de dar en las diferentes universidades, que hay que estudiar periodismo general. Tienes que ser primero periodista, y luego ya veremos en qué rama te enfocas o tienes la oportunidad de trabajar. Cuando estás estudiando periodismo, no sabes si te van a coger para economía, deporte, nacional, internacional, política, etc... Creo que lo mejor es estudiar periodismo, y luego las circunstancias de la vida o tus gustos, o casualidades de la vida, te llevarán a estar en un sitio o en otro.
En mi caso, estudié periodismo general sin saber a qué me iba a dedicar. Lo que pasa es que enseguida me enfoqué al deporte por un motivo, porque cuando yo estudiaba había una especie de ataque de titulitis, que me parece bien que lo haya. Si no tenías el título, no podías ejercer. Lo que me gustaba era ponerme delante de un micrófono, redactar noticias, todas esas cosas... Tenía un jefe que me decía que no había terminado la carrera, estaba en segundo y tercero, y yo le decía que quería hacer eso. Me empeñé mucho, le dije que me ponía delante de un micrófono, que lo que no le gustara lo quitábamos. Me dijo que no podía hacer eso, salvo que fuera a la redacción de deportes para hacer información deportiva. Me extrañó aquello. ¿Qué tiene el deporte para que yo pueda ejercer el periodismo en esa especialidad? No se me había pasado por la imaginación, pero siempre me había gustado el deporte. Se había juntado el hambre con las ganas de comer. Es el método, el motivo, el recorrido o el camino para que me ponga delante de un micrófono y redacte noticias, hago información deportiva. Y ahí seguí en la redacción de deportes.
Curiosamente, empecé en la televisión con un programa de información general que se llamaba '7 días', que no tenía nada que ver con el deporte. También había noticias de deporte en alguna ocasión, hablé del Mundial de Argentina del 78. Encontré en la radio y en el periodismo deportivo mi situación de agrado, mi zona de confort, y seguí ahí hasta hace unos meses.
A.E.: El nombre de Jesús Álvarez va asociado a deporte. Hubo también otras parcelas de información, además de la deportiva. ¿Hay algún tipo de noticias que te gustaría trabajar o hayas trabajado?
J.A.: Siempre digo que los periodistas tenemos que saber un poco de todo, y luego dedicarnos a algo. Incluso en el deporte, hay muchas especialidades. Está el fútbol, baloncesto, balonmano, olimpismo. Tienes que definirte un poco. Buscar dos o tres cosas que te gusten. La verdad es que en el deporte he encontrado mi realización profesional.
Como periodista, he cubierto otras cosas porque las circunstancias de la vida me han puesto ahí. Recuerdo un verano, estando en Ólvega, en Soria, en el pueblo de mis suegros. A 10 km puso una bomba ETA y me fui rápidamente con el coche a cubrir la noticia. Estuve cubriendo la información. Entré en los informativos especiales que se hicieron con un teléfono contando el atentado y todas las cosas que habían sucedido. Lo que veía, lo que no veía. Situé perfectamente la casa cuartel de la Guardia Civil. Fijé el punto donde estaba. Disfruté mucho haciendo esa información, porque al fin y al cabo era relatar. Nosotros somos el nexo de unión entre la noticia y el público. Relatar al público lo que yo veía, lo que sucedía, las impresiones que yo tenía, me produjo satisfacción. Al fin y al cabo, estaba haciendo mi trabajo periodístico.
Al comentar un partido de fútbol, también describes situaciones, el balón, los jugadores que hay alrededor... Y lo hice. No me planteé nunca cambiar de escenario, como han hecho otros compañeros. Hay compañeros que han empezado en el deporte, y luego se han dedicado a nacional, internacional, política, etc.
El deporte siempre me ha atraído mucho, y he tenido la fortuna de estar en sitios que ni imaginaba que podría estar. Como dice un amigo mío, he estado en sitios que hay gente que mataría por haber estado allí. Bueno, puede ser que haya podido estar en grandes acontecimientos del deporte, haber conocido a grandes deportistas, que en definitiva son la referencia que tenemos o tiene la gente desde fuera. Los he vivido en primera mano porque he tenido que estar allí para contarlos.
A.E.: Hay grandes acontecimientos a nivel narrativo y periodístico como unos Juegos Olímpicos, o estar narrando una Eurocopa o un campeonato de F1. ¿Hay algún deporte por el que tengas más predilección a la hora de hacer una crónica periodística?
J.A.: Siempre me ha gustado el fútbol, como a todos los que nos hemos dedicado al deporte. Hemos empezado en el fútbol, aunque tenía un jefe que me decía "empieza a leer los periódicos deportivos por la parte trasera". Todos vais al fútbol, pero hay muchas parcelas de la información deportiva que están sin cubrir y puedes encontrar ahí un buen aliado para estar en sitios y contar cosas.
Siempre me ha gustado el fútbol, hice fútbol. Pero después me gustaba mucho la Fórmula 1, me gustaban los coches en general. He hecho mundiales de Rallies, he hecho Fórmula 1. Eran quizá deportes que no estaban en las primeras páginas, pero que también son muy vistosos y agradecidos de ver. Me han proporcionado también grandes satisfacciones y estar en sitios muy buenos, conocer a grandes referentes del deporte, y poder contarlo a la gente.
A.E.: El público que sigue tu carrera periodística desde hace muchos años sabe que hay un estilo propio a la hora de narrar un acontecimiento deportivo. ¿Qué es lo más importante para ti a la hora de cubrir un evento deportivo?
J.A.: Lo más importante a la hora de narrar un acontecimiento deportivo y de narrar, lo he recalcado mucho y también a los alumnos a los que les he dado clases, es el rigor. El rigor informativo es lo primero. Me acuerdo que en la facultad bromeábamos con lo de que "no permitas que la realidad te estropee un buen titular". Lo bonito de la situación y lo claro es que teniendo rigor y credibilidad con la gente, vas a ser una persona apreciada, porque vas a contar la verdad. Vas a contar las cosas como son, no como te gustaría que fueran. Siempre he tenido muy presente el rigor informativo.
A la hora de narrar un acontecimiento, dar los suficientes datos como para que la gente se entere de lo que está pasando, en una situación en la que pasan muchas cosas a tu alrededor: un partido de fútbol, una carrera de Fórmula 1, una prueba de esquí. Tienes que intentar no apabullar, de tal manera que hables tanto que la gente no sepa de qué le estás hablando. Si le estás hablando del tiempo meteorológico o del avión que ha pasado por encima. Ser un poco descriptivo, pero sin pasarte.
Mi escuela ha sido la radio. Me he pasado muchos años en la radio, narrando partidos de fútbol. Entiendo que los tempos son distintos en la radio y en la televisión. En la radio tienes que tener mucha imaginación, describir mucho las cosas. Es muy importante. Ahora cuando escucho partidos narrados por la radio, pienso "deben pensar los comentaristas de la radio que todos estamos viendo el encuentro por televisión". Te dicen "ahí está el balón". ¿Dónde está el balón? Explícame.
En la radio, siguiendo las instrucciones del gran Matías Prats, que describía muy bien: "está en la posición teórica del defensa lateral izquierdo". Tu te imaginabas que estaba junto al lateral izquierdo, en el área. O "pasa la línea divisoria..." y sabías que había atravesado el centro del campo. "Remata desde la frontal del área de castigo perpendicular al punto de penalti", pues sabías dónde estaba rematando. Ahora te dicen "ahí está el balón", y no me entero dónde está el balón. Piensan que lo estamos viendo por la tele y que nos apetece escuchar a quien lo narra porque nos gusta más que por la tele. La tele tiene otro tempo. La radio es más emocionante. En la tele lo estamos viendo. No puedes decir "lleva el balón con la pierna izquierda". Ya lo estamos viendo. Son diferentes tempos a los que hay que adaptarse. La emoción de la radio no la tiene la televisión, pero tiene el apoyo de la imagen. Como se suele decir, una imagen vale más que mil palabras. Es un compendio de todo a lo que hay que ajustarse.
A.E.: ¿Cómo fue ese paso de la radio, donde comunicas con la voz, a la televisión, donde predomina la imagen, y donde todos estos años has marcado un ritmo a la hora de narrar las noticias? Acostumbrarte a que tienes una cámara, estás en un plató, y hacerlo lo más natural posible.
J.A.: La tele lo que tiene es el apoyo de la imagen. Tienes que construir tu narración alrededor de la imagen. Tienes una imagen y hay que sacarle partido. Es mucho más fácil contar una imagen de algo que se ha producido, que no tener que contar una cosa y buscar una imagen para tapar esa información. Lógico. Hay que ajustarse a la imagen, a la información, al contenido que tienes, para hacerlo más descriptivo y más bonito, en definitiva.
A.E.: Estás en un telediario. En la sección de deportes. Preparas la escaleta. El contenido que va primero, el que va después. Las noticias del día. Quería preguntarte por el proceso. Desde que te llega la noticia y el titular hasta presentarla en pantalla.
J.A.: Seguir la actualidad. No tiene más truco que estar a pie de calle de la actualidad. Saber lo que es noticia, con lo que hay que abrir. Si te fijas, a la hora de la verdad, todas las cadenas de televisión y emisoras de radio abren con lo mismo. Si hay una información estelar, no hace falta ser muy inteligente para saber con lo que tienes que abrir. Lo haces en función de la actualidad del día, y si tienes algo de cosecha propia, si tu has podido conseguir una información que no tienen otros y has podido entrevistar a alguien que no han entrevistado los demás, hacer valer que es una información, no digo exclusiva, porque excluiría como su nombre indica a los demás medios, pero es una primicia que das sobre una noticia, una entrevista, etc. Con esas cosas hay que jugar un poco.
A.E.: Quería preguntarte en esta entrevista por "Álvarez Café", lo he podido ver y me gustaría felicitarte. Es como tu espacio donde realizas entrevistas más personales y en profundidad a tus invitados. Es algo diferente completamente a estar por ejemplo en un telediario. En ese caso, tienes tu franja de tiempo y tus minutos para narrar la noticia. En este caso, es como más de tu a tu. Mucha gente a la que has llamado habrá ido encantada porque además te conoce de todos estos años.
J.A.: He hecho 57 entrevistas en "Álvarez Café" de media hora. Ha sido una auténtica delicia. Son grandes personajes, figuras del deporte. Tener la oportunidad de charlar con ellos durante media hora ha sido una auténtica delicia. Creo que es el colofón a mi carrera televisiva en TVE y lo he disfrutado mucho, porque he traído a esos grandes personajes que siempre tienen cosas que contar.
En una entrevista de 3 minutos, deprisa y corriendo, para un telediario no te da tiempo casi a sacar nada. Te da tiempo a hablar puntualmente de dos o tres cosas. En una entrevista de media hora, puedes repasar perfectamente su vida, obra y milagros. Puedes empezar con ellos una relación cordial y una relación con la que se sientan a gusto, en un medio que no es conocido para ellos, en un estudio de televisión. Te tienes que ganar su confianza, que ellos se sientan cómodos, y a partir de ahí empezar a sacar cosas interesantes que contar sobre su vida.
Recuerdo la primera entrevista que hicimos con Edurne Pasaban, la primera mujer que escaló los 14 8.000. Primero, me llamó la atención que era ingeniero industrial. Tenía un oficio destacado dentro de la profesión, de hombres y mujeres, porque ser ingeniero no lo es cualquiera. Luego, su afán por subir las montañas más altas a qué le había llevado. En el transcurso de la entrevista, me confesó que había estado un año y medio deprimida. Había estado internada cuatro meses en un hospital psiquiátrico y se había intentado suicidar dos veces. Eso no te lo dicen ni en la primera, ni en la segunda ni en la quinta pregunta, eso tienes que ir poco a poco conociendo su vida.
Por el programa, han pasado Hugo Sánchez, que fue el primero, a Arancha Sánchez-Vicario, Carolina Marín, Rafa Nadal, Vicente del Bosque, Jorge Valdano, Pedja Mijatovic, Martín Fiz, Fermín Cacho, Manolo Martínez... para mí todos son grandes referencias del deporte que he conocido a lo largo de mi trayectoria profesional.
A la hora de llamarles y comunicarles mi deseo de que vinieran al programa no me han puesto ninguna pega. Han venido muy satisfechos. No he sido el típico periodista polémico que ha buscado siempre la polémica y sabes que te puede poner en un compromiso con una pregunta. Saben que conmigo no iba ese tipo de periodismo. Me agrada que muchos de ellos, y algunos que no han estado en el programa pero sí a lo largo de mi trayectoria profesional, me hayan enviado un mensaje con palabras como "me encanta cómo dignificas tu profesión desde el respeto, desde la sinceridad".
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