Hablamos en A Escena Valencia con el actor y director artístico del Concurs de Teatre Vila de MislataJosep Valero. Miembro de la compañía valenciana CRIT. En esta entrevista profundizamos en las claves que han hecho que el Concurs de Teatre Vila de Mislata sea uno de los más consolidados de la Comunidad Valenciana, y que este año celebra su edición número 41.

A.E.: ¿Cómo es gestionar y dirigir el Concurs de Teatre Vila de Mislata, además con una edición como es la 41. Una consolidación bastante grande para el propio concurso y para todas las compañías que han pasado por el Vila de Mislata.

J.V.: La verdad es que con 41 años del concurso Vila de Mislata ya empiezas a tener una historia en tus espaldas. Tienes que saber gestionar. La verdad es que el año pasado ya marcamos un punto de cambio con el 40º Aniversario. Quisimos homenajear a toda la gente que de una manera o de otra se había convertido en parte del bagaje y de la historia del Vila de Mislata. Este año empezando una nueva etapa, teniendo ya como horizonte no tan lejano el 50º Aniversario, medio siglo del concurso Vila de Mislata, y con ilusión de ver cómo el paradigma del concurso está cambiando. Se está haciendo moderno, activo, dinámico. Estamos fidelizando público. Estamos contando con gente joven, dentro del jurado. Con gente de todos los ámbitos de las artes escénicas valencianas. Y con mucha satisfacción de ver que el concurso está plenamente consolidado y sigue creciendo.  

A.E.: Lo he podido percibir como público. Cada viernes el teatro está lleno. Hay una respuesta magnífica del público en el Centre Cultural Carmen Alborch. Eso es en gran parte por tu labor durante estos años y la de Vicent Borrego. Quería preguntarte sobre los criterios que se siguen a la hora de seleccionar los espectáculos y la línea artística.

J.V.: Es un concurso de teatro amateur. Una de mis líneas más claras desde que asumí la coordinación artística desde hace seis años era que hubiera mucha variedad de lenguajes. Antes habían ciertos géneros que copaban las producciones artístico-amateurs, pero desde hace algunos años los amateres también están empezando a innovar, a arriesgar, a contar con profesionales de las artes escénicas para trazar puentes, para trazar sinergias, convertir esos grupos de teatro en aparadores de la creatividad profesional. Me parece fantástico trazar diálogos.

Desde que yo asumí la dirección artística tuve muy claro que dos tenían que ser las líneas. Una primera es la variedad de propuestas, que pudiéramos encontrar nuevas dramaturgias, adaptaciones de textos clásicos, sainetes, comedia, drama, tragicomedia, musical, clown, infantil incluso. Encontrar mucha variedad. Que la gente viniera y se llevara una sorpresa con la variedad y con lo que viera.

Otra de mis líneas era abrir el Concurs de Teatre Vila de Mislata a los nuevos compromisos sociales, que los espectáculos contaran historias. Hicieran reflexión. Que el Concurs se convirtiera en una apuesta de cambio social, que la gente pudiera ver un espectáculo sobre la violencia machista, o sobre la salud mental, o un espectáculo animalista. O pudieran ver un texto clásico adaptado al día de hoy.

También los jóvenes, que estuvieran mucho más presentes en el concurso de teatro.

Acompañamos la entrevista con algunas imágenes de espectáculos y eventos de las ediciones más recientes del Concurs de Teatre Vila de Mislata.


A.E.: ¿Qué conclusiones y qué feedback tienes de estos años si lo pudieras resumir?

J.V.: Tengo muchas sensaciones y satisfacciones. Desde la satisfacción más grande que ha sido documentar todos estos años. Había mucha historia detrás. Mucha publicación, mucho artículo, mucho premio. Estaba guardado en los cajones y había que sacarlo todo. Y luego dotarlo de canales para que lo conocieran. Aquí la iniciativa y el trabajo de Vicent Borrego y de mi asistente y amiga María José Casero fueron determinantes. El Concurs de Teatre Vila de Mislata no tenía redes sociales ni página web. Las entradas se daban en conserjería y eran completamente analógicas. Se daban en papel. Un poco renovar, virtualizar, toda la gestión y la historia del concurso. Eso por un lado.

Por otra parte, la fidelización del público. El Concurs de Teatre Vila de Mislata en el 18 y en el 19 estaba creciendo. Tenía un crecimiento sostenido bastante importante. De pronto, nos vino la pandemia. Y nos destrozó todo. Tuvimos que repensar un poco horarios, formas de actuar, de tratar al público. En este momento, hemos visto la explosión del Concurs. Estamos en un momento de fidelización del público de un 92%. La platea y el anfiteatro en esta edición han estado llenos en las 11 representaciones. El lunes por la mañana a las 12 de la mañana ya no quedan entradas, hay una demanda extrema del Concurs de Teatre. Un concurso de teatro amateur, en valenciano, y con propuestas bastante arriesgadas y, a veces, nada comerciales.

Ver que la gente tiene esa emoción porque empieza el concurso, porque 15 días antes ya te están preguntando dónde está el programa, y deciden qué van a ver, que van a ir a todo, no habéis puesto las banderas... Esa efervescencia y ese cariño del público de Mislata, de muchas partes y del cinturón urbano, que viene a ver los espectáculos es una satisfacción muy grande. Creo que es un punto y aparte en estos años de concurso.


A.E.: En mi caso, es muy bonito recordarlo porque he venido como actor, como público y como jurado. Se crean unos vínculos muy bonitos, muy emocionales también. Hay compañías que a lo largo de estos años han venido en más de una ocasión, y otras son noveles. ¿Cómo es combinar compañías más noveles o que se estrenan por primera vez en Mislata con compañías que han venido más años? Es un sello de formación para mucha gente, como la puerta de entrada hacia el teatro. Mucha gente decide después seguir ese camino.

J.V.: Es muy bonito porque el Concurs de Teatre Vila de Mislata se guarda en la memoria. Es como tu primer amor. Es una plataforma de exhibición para los que empiezan a hacer teatro y ven el concurso como algo inalcanzable al principio, y para las personas que empiezan a profesionalizarse o empiezan a estudiar teatro, o quieren crear compañía en el futuro.

Ver estos 41 años de historia y ver todas las personas que empezaron haciendo teatro, sainete, teatro amateur o teatro de falla, ahora están en escuelas como Lecoq, la RESAD de Madrid, como la ESAD de Valencia, que hayan pasado por Mislata, que te digan que se acuerdan de Mislata y que decidieran ser actores, o que empezaron en Mislata, como el caso de Josep Manel Casany, de Carles Alberola… Son personas que queremos mucho en la profesión valenciana y que pisaron las tablas del Concurs de Teatre Vila de Mislata. Compañías como Perros Daneses, con Javier Sahuquillo que está este año de jurado. Mi propia compañía CRIT empezamos a hacer teatro aquí con Pep Sanchis, con Assaig de la Universitat de València.

Es una plataforma, es como un "nido"; me gusta utilizar esa palabra. Es como un nido. Siempre vuelves. Donde te encuentras a gusto. Donde empezaste a volar. Es un símil que me gusta mucho utilizar. El Vila de Mislata como nido, como zona de comfort. Has aprendido, has disfrutado, has reído, has llorado, te has puesto nervioso, te han dado premios. Te los han dado, te has quedado decepcionado. Has odiado al jurado, lo has querido. Es algo significativo en la vida de los que hacen teatro y de los que consumen teatro.

Sobre el mes de septiembre, a la gente ya le empieza a faltar Mislata. La gente que está acostumbrada a venir al Vila de Mislata en octubre ya empieza a pedirte cosas. Y luego, la gente que descubre Mislata viene ya siempre. Gente de Llíria, de Xeraco, gente de Gandia... que viene a las representaciones. Tienen oportunidad de ver las representaciones en otras partes pero les encanta venir al Vila de Mislata. Hay tan buen rollo y piensas que está muy bien. Bienvenidos, porque efectivamente el Vila de Mislata es el nido donde creces, donde te aplauden, donde te critican, donde aprendes a volar. Lo puedes ver desde diferentes óptimas. Lo ves como alumno, como profesional, lo ves como jurado, lo ves como crítico, lo ves de muchas maneras y diferentes.


A.E.: ¿Qué esperas para el futuro del concurso?

J.V.: No lo sé, en el sentido de que este es mi último año como coordinador artístico. Se cierra un ciclo. Creo que lo que he conseguido, ya está conseguido. Le deseo a mi sucesor o sucesora, que no sabemos todavía quién será, toda la suerte del mundo y todas las cosas buenas del mundo. Y aquí tengo que ser muy agradecido con Vicent Borrego y con Pepi Luján, la concejala de Cultura. Ellos han confiado en mi todos estos años. Es fácil ampliar Mislata. Que Mislata crezca y que se convierta en algo aún más importante de lo que es ahora. Son seis años de ciclo propio en el Vila de Mislata. Creo que tienen que entrar nuevas propuestas. Creo que un director artístico de cualquier festival no se tiene que perpetuar en el cargo. Es el momento de que haya un cambio de ciclo. Eso no quiere decir que en algún momento pueda volver o esté de asesor, o me quieran llamar, o vuelva como jurado o simplemente como público, pero le deseo al Concurs de Teatre Vila de Mislata que se abra a la ciudadanía. Le deseo que pueda llegar a las aulas, a las bibliotecas, que se convierta en espacio donde revisitar textos y donde poderlos conocer antes de venir a ver la propuesta.

Que los jóvenes de Mislata que hacen teatro y los que no hacen teatro, que tienen cierto atractivo por las artes escénicas consideren Mislata como parte de su rutina. Que los grupos que vienen a participar en el Concurs de Teatre Vila de Mislata se impliquen más. Que no sea venir, hacer la obra e irse. Que se puedan hacer coloquios voluntarios en todas las funciones, o que esa mañana se haga una promoción del espectáculo en el mercado municipal de Mislata. Que de alguna manera se impliquen en atraer al público, porque sino es como un intercambio que se queda corto.

Muchas gracias a Josep Valero por esta entrevista para A Escena Valencia.