Hasta el 19 de marzo, la actriz Ana Dachs nos espera en el Teatro Olympia de Valencia con el exitoso musical 'Ghost', basado en la mítica película de Patrick Swayze y Demi Moore. 

A.E.: Es un musical basado en una película muy querida y recordada por el público. ¿Cómo es interpretar a Molly?

A.D.: No pienso en eso, la verdad. Cuando estoy trabajando, la fama o la reputación que tenga la película es en lo último que pienso. Lo único que hago es salir a escena y contar una historia, que la gente puede tomar o no como suya. Yo sólo hago lo que puedo (risas) con los recursos que tengo, y espero hacerlo bien, la verdad.

A.E.: En 'Ghost', se da una circunstancia, que compartes escenario con varios actores interpretando al personaje de Sam: David Bustamante, Ricky Merino y Christian Sánchez. ¿Cómo es trabajar con varios actores un mismo personaje en función y qué destacarías de cada uno?

A.D.: Como en Valencia se están haciendo más funciones, Christian Sánchez está haciendo también algunas de ellas. Tengo tres Sam (risas). Tengo que colocar mi energía al nivel de cada uno, y es un poco cansado pero también disfrutón. Me permite jugar de diferentes maneras. Ninguna función es igual, es muy interesante trabajar desde esa perspectiva que me da cada uno. A lo mejor, uno ese día está más simpático o más sensible, y lo que me dan ellos es muy interesante para trabajar. En el mismo día, puedo hacer dos funciones diferentes. 

A.E.: Los días de doblete, al ser un espectáculo musical es un peldaño más de exigencia.

A.D.: Es muy cansado no te lo voy a negar (risas) Los dobletes de 'Ghost' son intensos. El personaje de Molly pasa por un trance de dolor y de duelo que es muy duro, y lo tengo que hacer dos veces al día. Como tengo dos Sams diferentes están los dos, uno hace una función y el otro la siguiente. Al final, no me aburro (risas)

A.E.: ¿Qué comentarios y reacciones has recibido sobre el musical?

A.D.: Hay de todo. A la gente le interesa mucho primero ver la película, y se sienten muy reflejados en ella. Está muy bien hecho, de modo que lo único que se agrega son las canciones. El guion es muy cinematográfico, muy dinámico. En teatro las cosas son más intensas, va todo a piñón. Todo es una escena de película, más o menos dura lo mismo que la película, y eso que tiene canciones añadidas. La gente agradece mucho eso, porque es como ver una película en vivo. 

Hay de todo. Está la parte romántica, la de la intriga, con la historia del asesinato, la parte de Oda Mae Brown, que es un alivio cómico en ese momento. Ella aparece cada dos por tres, dando un soplo de aire fresco a la historia. Es lo que hace que sea tan rica. El feedback que nos da la gente es muy importante en ese sentido, agradecen que sea todo tan dinámico. He tenido historias de personas que me han escrito. 

Hubo una mujer que se quedó a ver un doblete. Vino a ver una función, y cuando terminó de verla se quedó a ver la siguiente. Al terminar vino a hablar conmigo, se había quedado viuda muy jovencita, la canción de "Unchained Melody" era su canción, y al verme a mi se había visto en ese momento, tan perdida. Le agradecí mucho ese esfuerzo de quedarse a ver la segunda, porque para mi fue un subidón saber que lo que hago llega a alguien. Al final, Molly se pasa toda la función deprimida, y a veces sientes como actriz que no estás haciendo un trabajo agradecido, tienes que estar triste y sobrevivir. Cuando te vienen este tipo de comentarios, agradeces saber que hay gente que se refleja en lo que estás haciendo, mi trabajo es ser espejo de la gente.

A.E.: Con este tipo de comentarios, eres consciente de que el teatro es algo más. No es sólo subirte a las tablas a hacer la función, acaba la función, y ya está. Hay también un componente de feedback, de responsabilidad, la gente se puede sentir identificada con tu trabajo. 

A.D.: Evidentemente, somos seres humanos. Debajo de las tablas, tenemos unas circunstancias y una vida, que también nos afectan. A cualquier persona en su trabajo, le afectan cosas de su vida personal. A nosotros también nos pasa, pero tenemos la peculiaridad de que ponemos nuestra vida en pausa para ser otras personas. Y efectivamente, es esa responsabilidad de saber que tengo que contar esto.

A.E.: En tu trayectoria, hay grandes musicales como 'Evita', ' 33, el musical', 'Antoine', 'Priscilla, reina del desierto'. ¿Cuándo decidiste encaminar tus pasos hacia el musical y qué te aporta este género?

A.D.: Yo no lo elegí, el musical me eligió (risas). Lo primero, siempre lo cuento a mi gente, esto no lo he comentado en ninguna entrevista. Tenía un profesor en el instituto, mi profesor de música, Rubén Darío, vino y me dio un CD. "Te he hecho un CD, porque creo que a ti esto te puede gustar". Cuando lo puse en mi casa, había canciones de musicales. Estaba 'Miss Shaigon', 'Cats', los clásicos... Y pensé que eso realmente me gustaba. En ese momento, no existía el Spotify. No había nada. Compartíamos la música así, con CDs y Cassetes. Primero fue un gesto de generosidad, "a esta niña le puede gustar esto". Y él sin querer pulsó una tecla que no sabía que iba a funcionar. Y no sé cómo ha sido, he terminado aquí. Nunca fue una decisión meditada, nunca lo busqué. 

A.E.: ¿Qué obras te gustaría interpretar? ¿Serían musicales, o también teatro de texto, clásicos..., o algun autor o autora de cabecera.... algún personaje que te gustaría interpretar?

A.D.:  A mí me gustan todas las artes escénicas. Bailar no es lo mío, la ópera tampoco (risas) pero teatro de texto y musical me encanta. Si el texto me gusta, nunca diría que no. Últimamente, sobre todo desde hace un par de años, estoy obsesionada por el musical de 'Waitress'. Siento que hacen falta, en el mundo del teatro musical en España, ese tipo de autorías femeninas, un poco más feministas, perspectivas que no vayan tanto en la mujer salvada por el hombre, el amor hetero-normativo. Contar historias por el hecho de contar historias sin que tenga que haber una historia de amor detrás. Siento que faltan en cartelera.

A.E.: ¿Cómo vives este 'boom' del musical? En Madrid, el auge y la proliferación de espectáculos musicales es muy clara. Es cierto lo que dices, que faltan esas pequeñas joyas, esos musicales de repertorio que no se suelen ver y que se salen de la norma más comercial. 

A.D.: Me parece una maravilla. Si hay una tendencia y un auge es porque el público quiere que haya ese auge. Si hay musicales, es porque se consumen musicales, lo cual es maravilloso. Estoy contenta de que haya trabajo, porque lo normal es que siempre haya escasez. Es muy bonito poder elegir dónde trabajas, es algo que no nos pasa a menudo. 

Con respecto a lo que pueda traerse, todo está bien. Todo lo que se pueda hacer está bien. Siempre podemos poner nuestro granito de arena. Cuando se traen títulos comerciales, entiendo por qué se traen títulos comerciales, una producción es muy cara, y tu estás trayendo algo que sabes que va a funcionar. Pero qué pasaría si alguien arriesgara, hiciera una superproducción con un tema que a lo mejor aquí todavía no nos atrevemos.... bueno, a ver qué pasa (risas).

A.E.: Además, hay una artista que te ha marcado mucho, Dolly Parton. Quería preguntarte ¿qué es lo que más te atrae de ella?

A.D.: En mi casa, siempre se ha puesto música. Siempre agradezco a mis padres que tuvieran el gusto que tenían, y que lo compartieran con sus hijas. Eso me ha hecho lo que soy hoy. No empecé a cantar por Dolly Parton, sino por Ana Belén. Mi madre tenía un disco de Ana Belén, y yo se lo rallé. Crecí bajo su influencia. Siento que tengo ese deje cuando canto, me da vergüenza admitirlo (risas) Con Donnie Parton me pasa que me hice mayor y empecé a explorar por mi cuenta otros estilos musicales, no solamente era la artista. Era una mujer muy completa, que escribía letras en los 70 como 'No soy una rubia tonta' y escribió canciones, tiene un blues al síndrome premenstrual (risas) y vi que además era muy buena persona, practicaba la filantropía. Tiene proyectos de lectura para niños. Estudié magisterio de educación infantil, tengo mi propia cuentoteca en casa. Empecé a verme reflejada en esa persona, es todo lo que me encantaría ser.

A.E.: En el caso de 'Ghost' habéis vuelto a Valencia. Fue un gran éxito, y ahora vuelve a programarse en el Teatro Olympia hasta el 19 de marzo. ¿Qué tiene este musical que engancha tanto al público?

A.D.: Me encantaría tener una respuesta muy clara. Vengo y hago lo mío, y no sé qué es lo que funciona. Creo que todo es muy cinematográfico, el musical no suele ser tan de película. No es habitual ver una película musical en vivo. También el hecho de que juntamos el espectáculo con trucos de magia, suceden cosas que al ojo humano le pasan desapercibidas, son muy asombrosas. No sé qué tiene, pero engancha, lo vi dos veces antes de trabajar aquí.

Muchas gracias Ana Dachs por esta entrevista para A Escena Valencia.