La última producción de la compañía Alma Mater “Esa no soy yo” estrena su versión larga en Valencia. La obra es una comedia cuya protagonista es Trini, una mujer que vive con dos gatos y dos fantasmas. A lo largo de su vida Trini ha encadenado todo tipo de trabajos y errores, pero en vez de amedrentarse, se ha reinventado una y otra vez.

Con este argumento la joven compañía valenciana indaga en la construcción de la identidad y en el papel de la mujer en la sociedad. “Todas las personas jugamos un rol en la vida y dependiendo del contexto en el que nos encontramos, nuestro personaje se adapta. ¿Quién construye realmente nuestra identidad, nosotros o la sociedad?” se pregunta la compañía.

La pieza, que fue presentada en Russafa Escènica en su versión corta, se hará por primera vez en Valencia en su versión larga en Artea Espai el viernes 25 a las 20:30 y el sábado 26 y domingo 27 de noviembre a las 19:00

El público interesado puede conseguir sus entradas a través del siguiente enlace: https://pasenyvean.com/organizers/artea-valencia



Entrevista con Pablo Sanchis:


Hablamos con el director escénico Pablo Sanchis, responsable de la pieza "Esa no soy yo", y del proceso de creación de la pieza.


A.E.: ¿Cómo ha sido el trabajo de la versión corta y la versión larga de la pieza?


P.S.: Fue escrita para poder venderse de las dos maneras. No es que naciera corta y se adaptó. Para que pudiéramos moverla con más facilidad, ya está todo tan complicado, se han hecho esas dos versiones. La obra se ha representado más veces. Parece que últimamente es más fácil vender las piezas breves. La obra larga la hemos hecho en cuatro ocasiones, fuera de Valencia, por eso teníamos ganas de hacerla aquí. 


A.E.: ¿Cómo ha sido la diferencia en el trabajo de la pieza corta y la pieza larga?


P.S.: La obra tiene dos partes bien marcadas. Del principio a la mitad, y de la mitad al final. Del principio a la mitad, la obra es exactamente la misma que la pieza breve. La pieza breve no resumen la pieza larga. La pieza larga completa la pieza breve. 


A.E.: Sería como una extensión...


P.S.: Sí, es una extensión. La obra bebe y juega mucho del propio juego del teatro, del metateatro. Durante la primera parte, corresponde a la pieza breve, se ve una obra. Y de pronto, todo cambia porque entra un nuevo personaje. Además, la pieza breve es un monólogo de una sola actriz, y en la larga aparecen otros dos personajes. Es decir, tres que completan y alargan el conflicto. 


A.E.: En este caso, además protagoniza la pieza Ana Lacruz y texto de Rubén Rodríguez. ¿Cómo ha sido el proceso de dirección de la obra?


P.S.: Maravillosa. La pieza es una comedia. Una comedia disparatada y absurda de principio a fin. Me he centrado mucho en hacer drama, y tenía muchas ganas de divertirme y salirme de ahí. La verdad es que es muy divertido dirigir una pieza así, igual de divertido que verla. Así que el espectador va a pasárselo bien. Es una obra para pasárselo bien. Siempre tenemos un matiz de crítica social, política, un toque de drama. Los personajes, dentro de la comedia, son tridimensionales. Son personas con conflictos. No son personajes arquetipo. 


A.E.: En este caso, el personaje es una mujer, con dos gatos y dos fantasmas que hablan con ella. En la pieza, además insistís en ello, habláis de la reinvención de la persona... ¿O te renuevas o te quedas anclado?


P.S.: La obra va sobre las segundas oportunidades, las terceras, las quintas... y sobre la necesidad de reinventarte completamente para sobrevivir en esta sociedad y encontrar tu sitio. Digamos que esta es una de las reinvenciones de la protagonista, y una de las ideas que se le han ocurrido para sobrevivir y salir del paso. La premisa de la obra es que la protagonista nos va a mostrar su reinvención nueva, va a dar un taller de cocina. En este caso, específicamente de cupcakes. La premisa de la obra es que la gente asiste a un taller. Ese es el disparo de salida. 


A.E.: Además, en la sinopsis apuntáis algo muy interesante. El entorno, muchas veces, es el que impide que seamos felices. ¿Teníais claro, en este caso, que la obra iba a protagonizarla una mujer?


P.S.: Eso está claro desde el principio. Era una mujer enfrentándose a la vida. No solo como persona, sino además siendo mujer, que es más complicado todavía. Sobre todo, por los problemas de una mujer para enfrentarse a la sociedad, al machismo, y a los problemas que eso acarrea. Es una cosa que me persigue mucho en las obras que he montado. La máscara que nos creamos en la sociedad, o el propio cajón o caja en la que nos mete la propia sociedad. Hay que encajar. Ella intenta huir de eso.


A.E.: ¿Qué es lo que más te ha interesado a la hora de dirigir el texto de Rubén Rodríguez?


P.S.: La gran cantidad de posibilidades que da el texto para crear la atmósfera, la escena, el espacio, la escenografía, el vestuario. Es muy libre. Los personajes tienen muchísimas capas. El personaje principal, interpretado por Ana Lacruz, es como un desmontable. Como una muñeca rusa que se va desmontando a lo largo de la obra. Se va quitando capas, las que la sociedad le ha ido imponiendo. Se desnuda frente al espectador, mostrándose tal y como es, y también como le gustaría ser. Y como le gustaría que le vieran y le respetaran. También tiene ese punto de comedia tan absurda y disparatada, que es casi imposible no disfrutarla. Esta obra es un cóctel molotov.


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Artea Espai


Artea Espai es un centro de creación artística que, además de ofrecer una variada programación teatral, consta de una escuela con más de 150 alumnos y alumnas en la que pueden formarse profesionales y no profesionales de las artes escénicas. Su ubicación en el barrio de Nou Moles la hace especial, al tratarse del único teatro que se encuentra en la zona, y da la oportunidad al vecindario de disfrutar de manera fácil y accesible de la cultura.