Rosanna Espinós, Alberto Baño, Pilu Fontán y Vicent Pastor se suben al escenario para dar voz a diferentes personajes que son reflejo de la propia realidad, personas vulnerables que la sociedad ha apartado o encerrado, y en las que los espectadores pueden verse en muchas ocasiones reflejados.
Una pieza única y diferente en la que se combinan momentos dramáticos, con otros de humor para abordar temáticas como la religión, la política, el estado de bienestar, la violencia, la guerra, el mercado o la globalización. Una propuesta comprometida, con un texto mordaz y arriesgado, en la que el público podrá sumergirse con una puesta en escena ágil y sorprendente, mediante la creación de imágenes y el movimiento actoral.
Eva Zapico dirige este ambicioso proyecto que pretende mostrar una realidad. “Es una manera de reflexionar sobre la marginación social, para darles voz y visibilidad. De alguna manera, podríamos decir que estamos hablando de la salud mental de la sociedad. Y jugamos en un espacio escénico minimalista, un limbo que nos permite ir más allá para poner voz y cuerpo a las víctimas marginales, y mostrar a las y los espectadores otras realidades sobre las que, al menos, cuestionarse”, comenta Pilu Fontán, intérprete y productora de este espectáculo.
Con esta obra se pone el broche a una temporada de exhibición que ha permitido conocer el caldo de cultivo que se ha creado en lo últimos tiempos y que da muestra del gran nivel que puede encontrarse en la escena valenciana tanto en teatro, danza y circo contemporáneo. Tras esta obra, se continuará con la final del VI Torneig de Dramatúrgia.
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