La niña se coloca los auriculares y escucha un alegre silbido. Está a punto de descubrir cómo unas sencillas notas musicales y unas pocas palabras pueden transformar el universo que conoce. «Cuando nosotros callamos, silban los pájaros», advierte una voz maternal y telúrica. De repente, el parque que crece en el corazón de la ciudad y que la niña visita cada domingo, se convierte en un lugar lleno de misterio y emociones que esconde criaturas fascinantes en cada rincón.
Xafar la gespa es la invitación a atravesar esa puerta entre lo que vemos y lo que imaginamos. Una excursión dramatizada, creación de la compañía La Negra que marca un hito en la historia de Escalante Centre d’Arts Escèniques: es la primera pieza producida por el teatro de la Diputación de València que se desarrolla en la calle. En el parque, en este caso.
«Es un honor impulsar un montaje tan original, emotivo e inspirador», ha asegurado esta mañana la diputada de Teatres, Glòria Tello, después de completar el paseo teatralizado. «Los valores que transmite, tanto los artísticos como los de respeto y amor a la naturaleza, agrandan el espíritu de Escalante», ha afirmado Tello. Además, la diputada ha confirmado que «a comienzos de la nueva temporada, Xafar la gespa volverá a desplegarse en el Parc Central para que nadie se quede sin disfrutar de ella». Será en septiembre, por tanto, cuando esté disponible para el público general.
De momento, más de un centenar de niñas y niños de diferentes escuelas han disfrutado de esta producción Escalante, la tercera que estrena el centro esta temporada. «Como primera experiencia propia con las artes escénicas de calle, hemos querido empezar ofreciéndola al público escolar», ha explicado Marylène Albentosa, coordinadora artística de Escalante. «Estamos apostando por ampliar nuestros horizontes y esta creación de La Negra es un buen referente; mezcla disciplinas con una vocación lúdica y un tono poético», ha añadido Albentosa.
El vuelo de la mariposa, el baile de los ciervos
Xafar la gespa plantea un recorrido escénico a lo largo del Parc Central de València. El texto de Guada Sáez sobre la idea original de Carlos Amador abre una puerta a una naturaleza libre y silvestre que crece cuando estamos dispuestos a prestarle atención. Pepa Sarrió guía al público a través de diferentes rincones del parque, donde aparecerán las criaturas, ajenas en la vida humana: mariposas a punto de descubrir sus alas o dos ciervos en medio de un ritual de seducción son algunas de las escenas que obligan los caminantes a mirar desde la distancia, atendiendo los sonidos que escuchan por los auriculares y mirando, incluso, a través de prismáticos.
«Es una propuesta muy particular con la utilización de audioguías, para la cual hemos hecho un exhaustivo trabajo de creación sonora», explica el mismo Amador, «para que la experiencia tenga un carácter inmersivo». Otra de las premisas de la compañía era dinamizar un espacio público como Parc Central, «poniendo en valor las artes escénicas de calle como herramienta de aprendizaje», ha remarcado el creador de la pieza.
Arantxa Cortés, María Sorribes, Carlos Tomás i Enric Romaguera dan vida a los diferentes seres que se esconden en el camino. Sergi Heredia se encarga de la dirección escénica de la pieza y Pepa Cases rige las coreografías y los movimientos de los animales bailarines. La banda sonora, fundamental para la inmersión en un mundo que crece dentro de otro, es obra de Carles Chiner. Cada pieza del equipo es fundamental para transformar un lugar emblemático de la ciudad y también a quien se atreve a entrar y pisar la hierba.
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