La primavera es época de amores y pasiones. Precisamente, con un texto dedicado a ese sentimiento concluye el ciclo de lecturas dramatizadas ‘Miércoles de emoción’, una iniciativa de Sala Russafa que ha buscado sacudir los sentidos en el día más anodino de la semana.

En febrero, su primera propuesta se dedicó al miedo con Tierra en los ojos, una obra teatral de Jaime Pujol. La ambición fue el tema principal de la programación de abril, con la sátira política De Hiroshima y Nagashaki, escrita por Jerónimo Cornelles y Chema Cardeña. Ahora el ciclo concluye su programación para esta temporada el 18 de mayo a las 20 h con el estreno en la Comunitat Valenciana de Amour Fou, espectáculo escrito y dirigido por Iria Márquez que alzó por primera vez el telón en el Teatro Fernán Gómez de Madrid en 2013.

Los versos del Premio Nacional de Poesía, Luis Alberto de Cuenca, inspiran esta historia en la que un escritor de guiones trata de superar su sequía creativa una noche de tormenta en la que recibirá la visita inesperada de una mujer, un antiguo amor, que traerá al recuerdo las llamas de una pasión de la que puede que aún quede algún rescoldo.

Reflejando las diferentes etapas del enamoramiento, pero también las dificultades de la creación literaria, esta propuesta mezcla poesía, teatro, música en vivo y escritura. Una receta cuyos ingredientes están todos, inevitablemente, atravesados por la pasión.

El espectador se adentra en el interior del estudio del escritor, inspirado en la figura y la obra de Luis Alberto de Cuenca, quien disfrutó del estreno de esta pieza en Madrid y alabó el trato otorgado a su obra. Para Márquez es muy importante que la poesía se integre en el texto, “que aparezca de manera natural y, al cabo de unos instantes, el espectador se pregunte si lo que está diciendo el personaje forma parte o no de uno de los poemas de Cuenca”. Esto es posible, en opinión de la creadora del espectáculo, gracias a que el autor es uno de los grandes exponentes de la llamada ‘poesía de la experiencia’, un movimiento literario en el que la temática principal son vivencias reales, propias o de personas cercanas, y los sentimientos que éstas generan.

No me gusta poner el foco en la parte formal de los poemas, que los actores los declamen, a la antigua. Me parece que aporta mucho más entenderlos como pequeños monólogos en los que se expresa una emoción que se tiene que integrar en la historia que estamos contando, que tienen que sentir y transmitir los intérpretes”, sostiene Márquez. Por eso ha escogido como elenco a Juan Carlos Garés y Pepa Juan, dos pesos pesados de la escena valenciana, con gran experiencia en el uso de la voz y de la palabra, esencial para respetar el ritmo, la musicalidad y cadencia de los versos. Pero que también tienen una gran capacidad a la hora de trabajar la expresión y la emotividad, pudiendo sumergirse en las emociones y vivencias que contiene cada uno de los poemas que van entrelazándose en la trama de Amour Fou, una elegante pieza donde, desde la serenidad de la madurez, se desnudan las pasiones.

Normalmente, las historias de enamoramientos suelen protagonizarlas personajes jóvenes. Pero la locura del amor puede sorprender en cualquier momento y, llegada una edad, ser capaz de dejarse llevar incluye muchos matices, muchos aprendizajes. Por eso me parece que, a través de este nuevo elenco, la obra consigue nuevas lecturas. Me interesaba mucho reflejar lo complejo que puede llegar a encontrar un equilibrio entre la emoción de ese amor que te sobrecoge y la racionalidad que aporta la experiencia”, afirma la autora y directora de esta pieza de la que podrá disfrutarse en una función única el próximo miércoles 18 de mayo, como broche a un ciclo que Sala Russafa retomará la próxima temporada.

Venta de entradas: Lecturas Dramatizadas (salarussafa.es)


EL TEATRO COMO UN REFLEJO DEL PASADO PERO TAMBIÉN DEL PRESENTE EN SHAKESPEARE EN BERLÍN, EL THRILLER DE ARDEN PRODUCCIONES QUE SE DESPIDE DE LOS ESCENARIOS CON CUATRO ÚLTIMAS FUNCIONES

Sentarse en el patio de butacas para ver un espectáculo, muchas veces es darse un baño de realidad mientras se disfruta de la ficción. Es lo que ocurre con Shakespeare en Berlín, espectáculo de Arden Producciones, la compañía impulsora de Sala Russafa, que vuelve a la capital valenciana como programación escénica del festival Valencia Negra.

Este thriller echa mano de referencias históricas para recrear cómo afecta a la vida de las personas el surgimiento, crecimiento y derrota de los extremismos políticos. Fue el caso de la Alemania de los años 30, donde Adolf Hitler fue capaz de movilizar a las masas para expandir la ideología nazi mediante el acoso a los judíos y la invasión de países europeos. O podría ser el de la población rusa y ucraniana, que actualmente ven atravesadas sus vidas por un conflicto bélico para el que resulta difícil encontrar una justificación.

Chema Cardeña escribe y dirige esta obra que recibió, entre otros muchos galardones, Premio al Mejor Texto Teatral por la Asociación de Escritores y Críticos Literarios de València en 2018. Sus protagonistas son tres amigos que tendrán que tomar partido en la deriva ideológica que va tomando el país germano al calor del nazismo, viéndose abocados a un dilema moral en una trama donde el suspense se va acrecentando, a medida que se muestran los matices psicológicos e ideológicos de las diferentes posturas que tomará cada uno.

El espectador se enfrenta a la pregunta de qué hubiera hecho él en caso de ser Elsa, Martin o Leo, los personajes de esta pieza, en los que puede reconocerse o identificar a muchos de quienes hoy día están asumiendo ciertas posturas políticas, normalizando un mundo donde la polarización y el clima de tensión social se filtra desde los espacios de poder hacia las situaciones más sencillas de la vida cotidiana.

El propio Cardeña, Iria Márquez y Juan Carlos Garés interpretan esta obra que ha recorrido más de 120 ciudades en un periplo que llega a su fin en Sala Russafa, el centro de producción y exhibición teatral de Arden Producciones, espacio donde se gestó este espectáculo en 2016. Con las cuatro últimas funciones de esta semana, de jueves a domingo, Shakespeare en Berlín echa el telón definitivamente, tras seis años de gira en los que ha recibido el apoyo del público y la crítica.