La compañía valenciana L'Últim Toc Teatre ha estrenado con éxito su nuevo espectáculo "Vincent", un recorrido emocional por la vida del célebre artista y pintor Vincent Van Gogh. Además de hablar de su obra y de su estrecha relación con su hermano Theo, su principal punto de apoyo a lo largo de su vida, la compañía también trata un tema de plena actualidad, todavía más después de una pandemia como la que hemos vivido, la salud mental. Una obra del ganador del "Premi Escalante de Teatre 2021", Emili Chaqués.
La historia de Vincent Van Gogh, genial pintor holandés, nacido en 1853, nos lleva a conocer al artista, y sobre todo a la persona que había detrás del genio. Considerado un artista atormentado y solitario, que sufrió un gran malestar emocional por no encajar en la sociedad que le rodeaba. No cumplía los estándares y cánones, y se sintió rechazado durante toda su vida. Paradójicamente, en su momento vital, Van Gogh no gozó del éxito comercial, aunque su genial estilo le hizo codearse con los mejores pintores y artistas de su época. Fue reconocido tiempo después como uno de los mejores pintores de todos los tiempos.
"Vincent" es una pieza que tiene un logro teatral muy importante, trabajar desde la sensibilidad y además ser didáctica, sin caer en tratados ni biografía basada únicamente en datos. Conocemos al pintor, pero sobre todo conocemos la relación de apoyo y amor profundo entre Vincent y su hermano Theo, a través de distintos cuadros vitales a lo largo de los años.
Emili Chaqués y Claudi Ferrer muestran mucha química en escena, con dos trabajos actorales sobrios, y trabajando cada uno resortes muy distintos. En el caso de Claudi Ferrer, fantástico como Van Gogh, mucho más introspectivo, emocional, dota a su personaje de una poética, que conecta con las bellas imágenes que podemos ver a lo largo de la obra en forma de pinturas. Te hace preguntarte: "¿por qué una persona que poseía un genio tan singular y tan grande para el arte se sentía mermado, incomprendido, solitario y sobre todo anulado por su entorno?".
El principal punto de apoyo de Van Gogh, algo que se recalca en la pieza en varios momentos, es su hermano Theo, interpretado por Emili Chaqués, que además tiene un punto de escucha muy importante a nivel actoral. Theo es el punto de anclaje de Vincent con su realidad, quien le hace salir del ostracismo y del aislamiento. Muchas veces durante la pieza escucha las súplicas y la angustia de Van Gogh y le devuelve con mucha inteligencia emocional a su realidad, y le invita a seguir adelante para liberarse de sus conflictos y complejos internos.
La dirección de L'Últim Toc Teatre es versátil, combina momentos en los que se potencia el contenido visual, a través de los cuadros y la propia escenografía, con otros de mayor intimidad, sobre todo en los monólogos de Van Gogh, donde se crea una energía de escucha muy potente con el público. Lo que está en escena no sobra, todo tiene una labor en la pieza, y se va desvelando el conjunto poco a poco, otro de los aciertos de la propuesta escénica. La iluminación de Carles Sanchis potencia el recorrido vital de Van Gogh, junto con el asesoramiento dramatúrgico de Carles Montoliu y el asesoramiento escénico de Paula Santana.
Un trabajo sobrio y lleno de sensibilidad, que está creado a partir del intercambio epistolar entre Theo y Vicent Van Gogh. Un espectáculo contado desde la cercanía y la emotividad, apoyado por un cuidado trabajo actoral y un buen texto.
Cuando sales de la pieza reflexionas acerca de quién fue realmente la persona de Van Gogh, y no solo lo que conoces sobre el artista o su famoso corte en la oreja, incluso sus cuadros. Es importante conocer la biografía y el viaje personal del artista, para valorar y entender mucho más su obra.
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