Del 23 de noviembre hasta el 18 de diciembre no te pierdas 'El Plan' en el Teatre Talia. Con texto y dirección de Ignasi Vidal. Con Diego Braguinsky, Jordi Ballester y Àngel Fígols. Una obra muy recomendada, con producción de Olympia Metropolitana y Ornitorincs.

Imágenes de la función: Sergio Lacedonia 

La comedia revelación de los últimos años, y toda una reflexión profunda sobre la amistad. Hablamos con el actor y productor Diego Braguinsky sobre 'El Plan' en A Escena Valencia:

A.E.: ¿Cómo surgió la idea de llevar al escenario 'El Plan'?

D.B.: Es fruto de la casualidad. Más que de la casualidad, de la coincidencia. Hace unos años vi esta producción en Madrid hecha por una compañía de Madrid, y flipé mucho. Pensé, "ojalá yo algún día pueda hacer esta función". Y me olvidé, esto que te estoy hablando es de 2017. Un día Enrique Fayos me dice "léete este texto", y vi el título, ya no me acordaba del título, pero leí las cuatro primeras réplicas y pensé "esta es la obra que vi yo en Madrid y me encantó". Le llamé enseguida, le dije que la hiciéramos, que estábamos dentro. Que yo quería hacerla. Que era una pasada. Que en Madrid había sido un éxito. 

Es parte de una propuesta de Enrique Fayos, y del entusiasmo de Ornitorincs. Imagino que el ofrecimiento primero fue de Ignasi a Enrique. Ignasi Vidal le pasaría el texto a Enrique, y le diría de montar esta obra, que había sido un éxito en Madrid, y en Valencia podría estar muy bien. Desde hace unos años, estamos coproduciendo con Olympia. Olympia es el productor principal. Enrique me comentó que me leyera el texto, y estábamos buscando una función que económicamente fuera post pandemia, que no fuera demasiado cara, que se pudiera hacer, y que estuviera bien. Aquí está el resultado.


A.E.: ¿Cómo ha sido el trabajo con Ignasi Vidal?

D.B.: Ha sido duro y maravilloso al mismo tiempo. Ignasi ha montado esta función muchas veces. La ha montado en Madrid, en México, en Ecuador, en Bulgaria o en Rumanía... Se la sabe muy bien. Sabe lo que funciona, lo que no funciona. Sabe cómo tiene que hacer para que funcione. Él tiene claro dónde está la meta. Hay que subirse al Fórmula 1, al Ferrari, y tirar hasta la meta. Al tenerlo tan claro, uno tiene que acelerar sus procesos, los procesos que tenemos los actores normalmente, de creación del personaje. Él va a saco con el resultado, con lo que él sabe que va a funcionar. Nosotros tenemos que llegar allí. 

Lo bueno que tiene también es que las cosas en los tiempos, en los períodos de ensayo, nos perdemos en vericuetos, él como lo tiene tan claro te dice "No pierdas el tiempo con eso. Es esto que te estoy diciendo." Como él también es un maravilloso actor, no hay que venderle ninguna moto, ni él te vende ninguna moto. Te ayuda mogollón. Ha sido duro, y a la vez maravilloso. Las dos cosas.


A.E.: Hay una química brutal entre vosotros en escena. Tres personajes completamente diferentes, pero luego en escena empastáis fenomenal. ¿Cómo ha sido trabajar con Jordi y con Àngel?

D.B.: Con Jordi llevo dos años, desde 2019, comenzamos antes de la pandemia con 'El Método Grönholm', y aparte los años que nos conocemos. Con Jordi, somos amigos. No es difícil ser amigos en el escenario, en una función, porque ya somos amigos. Tanto Àngel como Jordi son maravillosos actores y maravillosas personas. Aparte del trabajo que hacíamos con Ignasi, hay mucho trabajo nuestro de charlar, conversar. Tendríais que entrar en los camerinos cuando llegamos. Nosotros llegamos una hora y media, o dos horas antes de empezar la función. Hablamos de la función del día anterior, hablamos de cosas que no nos han gustado cómo han salido. Es un working progress permanente. 

Se genera esta confianza y este colegueo, pero que a la vez requiere de una precisión absoluta en el escenario. Por eso la función va muy rápido, parece que fuera todo improvisado, y se consigue con buena gente, buena relación, buen rollo, cariño, confianza, cero vanidad. Para nosotros es un placer. Nosotros igual hacemos la función que nos tomamos una cerveza juntos y charlamos de cualquier cosa. Lo que sí requiere, es uno de los grandes milagros del teatro, es que parezca que todo surge en ese momento. Las reacciones de los personajes van surgiendo automáticamente en ese momento. Eso requiere mucha escucha, mucho dominio del texto, y precisión. 

El director lo tenía clarísimo. Montó la obra en una semana, que es una barbaridad porque son 70 páginas. Él lo tenía claro. Llevábamos una de lectura, quedaban cuatro. Las otras cuatro semanas fueron de ensayar algunas cosas, y hacer pases y pases. Ignasi sabía que el secreto de esta función es la precisión. Que haya mucho ruido, pero que desaparezca cuando una frase se tiene que oír obligatoriamente. Parece que hay mucho ruido y mucho barullo, y que cada uno va a su bola, pero nosotros sabemos exactamente cuando tenemos que callar para que una frase quede limpia. 


A.E.: Aparentemente es una comedia de situación, son tres amigos, hablan de sus cosas. Trata una problemática muy actual, tratamos el tema del paro. De cómo afecta, según determinadas franjas de edad, a las familias, a su día a día. Parece que estén hablando los tres, no se nota que es un texto teatral. Es un ritmo muy picado de frases, a veces os solapáis, pero se entiende todo perfectamente. Parece fácil, pero no lo es.

D.B.: Requiere de una precisión brutal. Se empieza a trabajar con todo limpio. Se entiende todo lo que decimos. Y luego lo que Ignasi llama el barullo, el ruido. Que es como hablamos la gente. Te sientas en un bar, en un restaurante, y oyes cómo la gente alrededor de una mesa está hablando, y hablan todos a la vez. Todo el mundo habla a la vez. Hay uno que habla, y los otros dos amigos, mientras habla, lo están escuchando pero están hablando entre ellos. No nos olvidemos que estamos haciendo una obra de teatro, tiene sus requisitos, su intriga, su ritmo. No se trata de salir ahí, hacer barullo y a decir el texto. Todo eso hay que hacerlo con gran precisión, para que parezca que nace en ese momento, pero al mismo tiempo cumpla las necesidades de la obra. Ser una obra de teatro en la que suceden cosas. Eso se consigue con mucho esfuerzo, y a la vez muy placentero. 

Trabajar con estos dos fieras es una gozada, y luego Ignasi fue monaguillo antes que fraile. Fue actor durante muchos años. Y un actor de primerísima línea, protagonizó musicales como 'Los Miserables'. Fue Jean Valjean durante cinco años. ¿Qué le vas a contar? Lo sabe todo. Es un actor más. Las cosas que tenemos los actores (risas) 'no me cuentes nada, hazlo y si me lo creo ya está'. Al mismo tiempo, eso puede parecer comodidad y nada más lejos. Es una estrategia. Él cuando hizo el casting ya sabía que contaba con tres actores experimentados que le podían dar lo que él quería. Con bastante mochila a la espalda. Él sabe las armas que tiene y nos pone en marcha. Nos pone las pilas.


A.E.: Estos días en el Teatre Talia ¿qué feedback estáis recogiendo de público?

D.B.: Los comentarios están siendo brutales. Es un aplauso super caliente. Es cerrado, en muchas funciones la gente acaba de pie aplaudiendo. Se oye algún "bravo" también. O dicen "estáis los tres"... Pero que a nadie se le olvide que contamos con un texto que es una barbaridad. Parece que no pasa nada, que no decimos nada. Pero lo decimos todo. Es hiperrealista. Es la realidad absoluta. El giro final es tan brutal, que la gente se queda literalmente congelada. Es lo que me pasó a mí cuando la vi en Móstoles. Estaba dirigiendo una cosa, y me dijeron "está El Plan en Móstoles", era la función que había que ver en Madrid. Era un pelotazo impresionante, había estado en el Pavón, en el Marquina. Era como "hay que verla". Fui y no tenía ni idea de lo que era. Y todo lo que yo sentí como espectador, sé lo que está sintiendo el público. 

Te partes el pecho de risa durante el 90% del espectáculo con una comedia, no hecha con gags ni con chistes, sino con la situación. Te ríes de lo que está pasando con estos tres amigos, que son tres desgraciados porque están en el paro, no encuentran trabajo, han pasado la cuarentena. Su vida es una desgracia. Este patetismo y cómo se tratan los amigos. Si una persona pudiera sentarse en una mesa de amigos y oírlos hablar se partiría de risa igual. De las cosas más absurdas. Dos amigos pueden discutir sobre dejar ir o no a Messi, por ejemplo. Tú desde fuera lo estás viendo y piensas "no me lo puedo creer, están discutiendo sobre dejar ir a Messi". A estos personajes les pasan cosas parecidas. A lo largo de la obra, los tres personajes, cada uno de ellos tiene un conflicto muy gordo, y cambian durante la obra, se transforman en base a esos conflictos. A los tres les pasan cosas. 

No os perdáis 'El Plan' en el Teatre Talia. Un espectáculo recomendado.