Por P. Ricart 27/05/2019

Hoy publicamos una entrevista en profundidad con el actor Jose Navar, que actualmente triunfa en Madrid con el musical "Anastasia". Es un espectáculo excelente lleno de calidad, y una de las mejores opciones para disfrutar en la Gran Vía madrileña. Jose nos recibe en la puerta del Teatro Coliseum de Madrid con amplia sonrisa y amabilidad. Nos trasladamos a una cafetería cercana donde hemos conversado con él sobre el reto profesional que ha supuesto un musical como "Anastasia", y repasamos con él su larga y extensa carrera. Muchas gracias a Jose Navar por su trato, atención, y a Stage Entertainment por hacerlo todo tan fácil.

 
Estamos en A Escena Valencia con Jose Navar, bienvenido y gracias por atendernos. Actualmente, estás triunfando con uno de los grandes musicales y todo un éxito en Madrid, "Anastasia", en el Teatro Coliseum. ¿Cómo está siendo todo este proceso de ensayos, ahora en funciones, y el trabajo en un musical?

Muchas gracias a vosotros. El proceso de ensayos fue muy complejo porque vinieron tanto el director de Broadway como la coreógrafa original y el director musical. Para el estreno vino el compositor original de la música Stephen Flaherty, tanto de la película original como después del musical. Fueron ellos los que hicieron la elección de todos los actores que componen el elenco. El proceso fue muy duro porque había muchísima gente. Pero en este sentido, ellos tenían muy claro lo que buscaban. Iban a perfil. Tienen ya hecho el montaje en su país de origen, y tienen muy claro cuáles son los perfiles y el tipo de actores y elenco que buscan. Lo tienen muy claro, tanto a nivel físico, como vocal e interpretativo. También hay que decir que en los distintos musicales extranjeros o en las franquicias de musicales extranjeros que se hacen en España, hay una constante que se da. Los directores, ya sean coreógrafos o directores de escena, siempre se quedan muy fascinados con el nivel que hay en España, y sobre todo con la energía que tenemos los españoles. Esto último siempre les llama la atención, para bien (risas).


¿Cómo es interpretar a Vlad Popov? ¿Qué es lo que más te gusta de este personaje?

Es un personaje con el que hay que estar a la altura como actor para no defraudarlo. En palabras del compositor musical, Stephen Flaherty, habían tenido muchas dificultades en Estados Unidos para encontrar a un Vlad Popov, porque es el personaje simpático de la función. Es divertido, vocalmente es complejo. Tiene una tesitura muy amplia, de tonos más graves a tonos muy altos. Se maneja entre la tesitura de baritono-tenor. Pero sobre todo porque es el personaje energético de la función. Luego se encuentra su alter ego en el segundo acto, la condesa Lily. Es el personaje "Sancho Panza" de esta historia "Quijotesca" que es acompañar a esta niña desde las calles de San Petersburgo hasta París. El personaje está tan bien hecho, tan bien escrito... A mí siempre me dicen "es maravilloso, parece que esté escrito para ti", y yo siempre respondo que lo que intento siempre es estar a la altura de un personaje que está escrito maravillosamente bien.

Lleváis meses de éxito en el Coliseum de Madrid. ¿Cómo estás viviendo la reacción del público? ¿Qué comentarios te han dicho?

El público sale fascinado. Tiene en mente la película, es el referente más vital que tiene. Ha generado grandes clubes de fans de todas las edades. Cuando eso se materializa en teatro, la gente se queda muy fascinada y absolutamente impresionada. Además, la escenografía es espectacular, la puesta en escena es impresionante. Está todo cuidado al milímetro. El vestuario es de una preciosidad asombrosa. El elenco y el nivel vocal de la función, de los intépretes, es de 10. Además, la historia está muy bien contada. Así se ha procurado en el montaje. Se ha intentado que perdiera ese toque de infantilidad, de fantasía, y ahora tiene muchos más datos históricos. Ceñirse a lo histórico para darle un poco más de realismo, de verdad, de autenticidad, y llegar a todo tipo de público, tanto el adulto como el infantil, y les gustara el montaje al sentirse identificados. 

 

Para l@s seguidor@s de A Escena Valencia, eres un rostro popular gracias a la serie de éxito en La 1 de TVE "Centro Médico". Además de actor todoterreno: cine, teatro, televisión, publicidad, y además cantante solista. ¿Cómo fueron tus primeros pasos? Quizá tu faceta de actor es más amplia, pero me interesa preguntarte por tu faceta de cantante. ¿Es algo que ha ido a la par, la música con la actuación?

Yo empecé en esto porque tenía un grupo de música. Soy de origen francés, mis padres son españoles, y yo me crié en Málaga. Desde muy jovencito empecé a cantar, iba al conservatorio, tocaba el piano. Gracias a la música, nosotros hacíamos colaboraciones y conciertos. Íbamos mucho a Valencia. Grabábamos en Barcelona y en Valencia. Y allí coincidíamos con grupos, entre ellos algunos legendarios como "Comité Cisne" de Carlos Goñi. A raíz de esto, tuve la oportunidad de llegar a Madrid. Empecé a trabajar con gente que ese momento era muy famosa y con el ballet Zoom de TVE. Comencé a trabajar con ellos porque me propusieron venir a Madrid para un espectáculo en televisión y gira. Y pensé: "si además aprendo a bailar ya sería..." (risas) "Si empiezo a bailar, para los espectáculos, puede ser la bomba". A partir de ahí, me puso a trabajar bailando y más de dos años de gira. Cuando llegué a Madrid con 20 años, pensé en tomarme esto ya en serio y pensé "ya que he cogido el ritmo de bailar, voy a seguir bailando, mis clases de baile y la música la tengo ahí". Y entonces me presenté a lo que se conocía como "revista". He sido "chico de revista". "Se necesita gente que cante y baile" y me dije "pues venga, me presento". Con la sorpresa por mi parte que me cogieron. Vieron un muchacho alto, apuesto, bien parecido.... (risas) Fue haciendo la revista, protagonizada por Esperanza Roy. Y fue ella la que me dijo "mira niño, tu eres muy alto y muy guapo. Tienes que dejar de bailar, que la carrera de baile es muy corta. Ponte a estudiar para actor. Tienes muy buena voz. Y dije "vale". Empecé a estudiar interpretación en el Laboratorio de William Layton. Empecé las clases, de hecho Layton fue profesor mío. Seguía con la música, pero quizá más en segundo plano. Hacía colaboraciones con grupos de Valencia y haciendo coros. Con el tiempo, llegué a cantar en un coro gospel.


Al revisar tu trayectoria, me llamaba la atención lo de gospel. Como cantante, ¿hay algún género musical que te interesara más? ¿Y cómo fue ese inicio al teatro de texto?

No. Yo hacía música pop, pero el gospel me gustaba mucho. Entré en el coro gospel con una cantante maravillosa, y fue un aluvión de trabajos. Hice mucha publicidad cantando. Hicimos muchas bodas, muchas comuniones, mucha gira. Y lo llevaba paralelo a mi incipiente carrera como actor. Hice musicales como "Jesucristo Superstar", hasta que llegué a un musical como era "Los Miserables". La primera vez que se monta en España "Los Miserables". Yo me presenté a esas audiciones, que fueron largas. Mackintosh vino hasta en tres ocasiones a España, porque no encontraban un espacio para poder montarlo. Se convocaban audiciones, se seleccionaba a un elenco y luego se aplazaba. La tercera vez que hicieron audiciones, me presenté, y en este momento aparece en mi vida un señor muy importante que es Miguel Narros. Entonces él me propone hacer una función con el Centro Dramático Nacional. Ahí es cuando decido dar un giro radical y absoluto a mi carrera. Empiezo a trabajar con Miguel, y me separo de lo que era en ese momento el teatro musical y la revista. Dejé todo lo que yo hacía para dedicarme al teatro de texto. Con Miguel llegué a trabajar hasta en seis ocasiones, dos de ellas con la Compañía Nacional de Teatro Clásico y con montajes de su producción. Desde "El rey Lear", "La discreta enamorada", "La estrella de Sevilla". Después llegaría la televisión, que fue para muchos actores un trampolín. Primero con pequeñas participaciones, luego secundarios, de reparto, esos maravillosos secundarios fijos. Ahí es cuando la carrera se enfila, se encamina, y la música queda en un segundo plano. Ahí es cuando me centro en mi carrera como actor. Me centro en el teatro de texto, y llega un momento que al coger papeles con más peso en televisión, ya ni siquiera teatro. Estar todos los días grabando una serie es muy complicado compaginarlo con teatro. Pero ya te digo, en todo ese periplo, generar con mi pareja la fundación "microteatro por dinero", trabajando haciendo microteatros, teatro de texto, trabajando con compañías... los actores somos todoterreno.  

  
Ahora estás en "Anastasia, el Musical", el teatro y la música se han juntado en este momento de tu carrera. De hecho, venías de hacer otro musical hace poco, "Priscilla, reina del desierto".  ¿Cómo fue tu experiencia en este musical?

"Priscilla" fueron años. Me presenté, igual que muchísima gente de toda España. En ese momento, estaba haciendo dos funciones de teatro aquí en Madrid. Una amiga mía era la coreógrafa de movimiento de una de las funciones que yo hacía. Una función que se llamaba "El tesorero" de José Tofé. Y paralelamente hacía una función de Paco Mir en el Alfil de Madrid. Entonces, esta amiga mía que había montado el movimiento escénico me dijo: "Se va a montar Priscilla, deberías presentarte porque hay un personaje mayor." Y yo no supe cómo tomármelo. "Perdón. Tengo una edad como la de todo el mundo." (risas) Me presenté y llegué a las finales. En ese montaje, cuando a mí me eligen, me dicen de hacer el personaje de Bernadette, que en la película interpreta Terence Stamp. Que es el personaje transexual. El señor mayor que es transexual. Fue muy divertido, porque soy muy friki para esas cosas. Cada vez que iba pasando una fase. Fueron cinco audiciones. Cinco encuentros. En ese proceso fueron trabajos que hacíamos con Ángel Llácer, que fue el director residente aquí. Tengo que decir que cuando son musicales y franquicias, cuando las productoras compran el producto, aquí vienen (como en el caso de Priscilla y Anastasia) el coreógrafo original a montar la función en este caso. Viene el director original a montar la función. El escenógrafo original. "Priscilla" se pudo montar porque en Londres tenían que esperar a que se acabara el montaje. Una vez que acabó el montaje en el West End se trajeron todo el vestuario, el autobús, y se lo trajeron todo. De hecho, tuvieron que hacer obra en el Teatro Nuevo Alcalá porque no entraba el autobús. Y enriquece mucho, porque mantiene muy vivo el espíritu original del musical. 

Ángel Llácer era el director residente y encargado de hacer las pruebas, y era muy divertido porque cada vez que hacía la prueba iba disfrazado de señora mayor. Yo vivo cerca del Teatro Nuevo Alcalá, y claro las señoritas del Corte Inglés ya me tenían conocido. Me iba a la sección de tallas grandes, y compraba camisas, sujetadores, pantalones, zapatos... No les quitaba el ticket y el día después los devolvía. Y ellas ya sabían por qué. Yo les conté que era actor y que estaba haciendo unas pruebas. Y ellas me decían "Estupendo, estupendo. Pues cualquier cosa tú nos dices." Vivieron cada día conmigo el proceso de selección (risas)." Nos cogen a Jose Luis Mosquera y a mí, luego se incorpora Mariano Peña. Después me ofrecieron hacer el papel del hombre de la función, de Bob, del mecánico que les acompaña a ellas en este periplo. La versión del musical es casi idéntica a la película. De hecho, uno de los productores de la película es el productor del musical. Con algunas variaciones para que tenga sentido, y con una maravillosa versión musical. En el periplo de cuatro años con el que yo estoy en "Priscilla", me quedé con el personaje de Bob y fui director artístico en gira de ese musical. Como lo conocía desde el minuto cero, la productora decidió darme la dirección artística y ocuparme de ello.

 
Has trabajado con Paco Mir, Carlos Aladro, Miguel Narros, Lola Baldrich, Jose Carlos Plaza. También es muy importante el trabajo que has realizado con el CDN y la Compañía Nacional de Teatro Clásico. Desde "Carmen, Carmen" hasta "Anastasia", algún montaje, o algunos, ¿te han marcado más?

"Carmen, Carmen" fue uno de los primeros musicales de factura española. Creo que es importante destacar eso. Tenía libreto de Antonio Gala, la música era de Juan Canovas, la dirección de Jose Carlos Plaza. Había toda una propuesta española, y este montaje que hace poco lo volvía ver porque me pasaron el vídeo, y no me extraña que estuviera cerca de 4 años. Concha Velasco era la protagonista y estaba maravillosa. Junto a ella estaban Pedro María Sánchez, Toni Cantó y Tito Valverde. Estábamos en el Teatro Calderón de Madrid, y me acuerdo que las colas llegaban al Teatro Apolo. Hasta la Plaza Tirso de Molina, que está en la manzana de atrás. Fue un montaje que durante años estuvo lleno, a tope de público, y era maravilloso. Tiene un gran nivel de calidad, es impresionante. Es el año 1988-89. De ahí doy el salto a "Anastasia", es una barbaridad. Es el personaje más completo y más complejo que he hecho en teatro musical. Pero, le tengo un especial cariño a "Priscilla". Fueron varios años y además fue un período de mi vida muy importante. Ahí hicimos un grupo de amigos y que hoy en día seguimos conservando la amistad. Marcó un momento muy particular de mi vida. Falleció mi madre, y me nominaban por primera vez con el personaje que hacía. Con ese montaje, llegaron nominaciones a mejor actor a los premios de teatro musical, los Broadway World, nominaciones como mejor actor de reparto, que la verdad me pillaron con el pie cambiado. Quieras o no, marcan. A "Priscilla" le tengo mucho cariño, a ese autobús australiano. Fue un musical muy divertido y con una gira maravillosa. Eso no quita para decir que "Anastasia" es lo más complejo y agradecido que he hecho hasta la fecha.


Hablamos de televisión. Una serie diaria con mucha éxito, como es "Centro Médico", donde interpretabas al doctor Landó. ¿Cómo es trabajar en una serie diaria, con un ritmo muy rápido, y siendo un formato documental? ¿Cómo fue compaginarlo con otros trabajos?

Me llamó mi representante y me dijo que querían hacerme una prueba para una serie. Que estaba empezando y era sobre médicos. Me dijo: "mírate algún capítulo que es docu-ficción". Veo la serie y pienso "esto qué es" (risas). Recuerdo que Televisión Española no hizo promoción el primer año porque quería mantener el misterio para que la gente no supiera si era ficción o realidad. La serie tenía una función pública de docencia sanitaria, fue su gran baza y su éxito. Está basada en casos reales. Es la etapa de mi vida en la que más he estudiado, con diferencia. Grabábamos un capítulo al día. Eran 15 minutos y luego en televisión se emitían dos. En cada capítulo, los médicos llevaban el caso principal y tenías que estudiar una sintomatología, una farmacología, unas posibles causas. Luego tenemos un equipo de seguimiento real que nos obligaban a decir la terminología como debía ser y la praxis como tenía que ser. No nos podíamos equivocar en un singular o en un plural. Esa era la función principal de la serie. 


En la serie se buscaba algo muy natural, casi improvisatorio, fuera de toda afectación. Y eso me pareció genial. El hecho de no tener el texto literalmente escrito, había mucho punto de improvisación, era parte del lenguaje de la propuesta. Esto les supuso a grandes actores venir a rodar a la serie y quedarse completamente bloqueados. Al no tener el trampolín del texto no sabían donde sujetarse. A otros "locos" como yo y como los que estábamos allí de fijos era un trampolín maravilloso. En la terminología médica nos ceñíamos estrictamente al texto, pero en el resto teníamos cierto margen y me pareció maravilloso. 

Repasando algunas series de tu currículum, hay nombres como "El comisario", "Hospital Central", "El síndrome de Ulises", "Isabel", "Los misterios de Laura", "Amar en tiempos revueltos", "Cuéntame cómo pasó", "Centro Médico". Son géneros muy distintos, ¿alguno de estos proyectos te ha marcado más especialmente?

Me gustó mucho la etapa de "Amar en tiempos revueltos". Estuve la segunda temporada. Era la época en la que empezaban los programas de radio, los concursos. Había una incipiente Inma Cuesta, que quería ser cantante. Me cogieron para hacer de locutor de la radio y fue muy bonito. De esos programas de radio de los años 50. La primera vez que se emiten las quinielas, los partidos de fútbol, los concursos de canciones. A mí eso me fascinaba. En ese momento había una voz que iba narrando los acontecimientos históricos del momento en España. Al productor y al director les dije de hacerlo yo y no tirar de fonoteca. Tuve suerte porque pude poner cuerpo y voz a Manolo, el personaje que era el locutor que llevaba el programa de radio, e interactuaba con todos los protagonistas y los personajes que pasaban por la radio, y luego tuve la suerte de poner la voz para hacer las voces en off que sonaban durante toda la segunda temporada, contando las noticias del NODO de esa época española. Recuerdo esa etapa de "Amar en tiempos revueltos" con mucho cariño. Fue una etapa de mucho trabajo, pero muy bonita. Luego también había una serie "700 euros". La recuerdo con mucho cariño, porque fue una serie limitada. Me lo pasé muy bien. Aunque sin lugar a dudas, dentro de toda esta trayectoria, creo que lo más importante por años y por la repercusión que ha tenido es "Centro Médico". En mi barrio, sigo siendo "el médico de la tele". Y no hay manera de convencer a las señoras que soy un actor (risas). Después de tres años, tenemos para escribir un libro de anécdotas.

Televisión, teatro y también cine. Has trabajado con directores como Miguel Hermoso, Mario Camus, Ricardo Franco. Títulos como "La luz prodigiosa",  "El prado de las estrellas" o "El silencio de los objetos". Estamos hablando de directores de renombre, ¿cómo ha sido el trabajo con ellos?

De Ricardo Franco, eran primeros de los 90. Fue una de las últimas películas que hizo. Con Mario, fue su última película, lo rodamos todo en Comillas, él decía que no rodaba cine si no estaba cerca de su casa. Además conocía a la script, al cámara que era Manolo Velasco, el hermano de Concha Velasco. Lo conocía desde cuando trabajaba en "Carmen, Carmen" y en "La Truana". Había una cosa muy casera, muy íntima, de amigos de muchos años. Mario Camus rodaba a la antigua usanza. Allí el script apuntaba en su libreta las cosas, el otro lo hacía a ojo. Muy a la antigua usanza y funcionaba todo muy bien. Mario siempre se rodeaba de la misma gente. Decía qué tipo de planos iba a hacer y cuando llegaba el primer plano decía: "ahora os voy a meter el primer plano, el plano corto, ahora tenéis que hacerlo bien" (risas). A Mario lo tenía en un pedestal. Yo había estudiado periodismo. Con Mario no hice prueba ni nada, él se reunía contigo tomando un café. Charlaba contigo, y si le parecías bien de acuerdo y sino pues adiós. En esa charla que tuvimos, le confesé que la primera matrícula de honor que me dieron fue sobre un trabajo de "Los santos inocentes", de la película. Se puso muy contento. Ahí empezó nuestra amistad. Fue una cosa muy bonita. Aunque no he sido muy pródigo de cine. Mi tiempo en televisión y en teatro, y a veces paralelamente, hace que uno... si hubiera tenido más oportunidades en el cine me habría centrado mucho más en el cine. La televisión ha hecho una cosa, las tv-movies. Películas para televisión. Eso fue una opción de trabajo muy buena para muchos actores. Yo hice cuatro o cinco. Hice "La historia de Estrella",que tuvo mucha repercusión. Hice una película "11M" sobre los ataques del 11M. Hice "Padre Coraje" que la dirigió Benito Zambrano. Fue un trabajo espléndido y un bombazo. Una película para televisión, una producción inglesa, que es la historia de Severiano Ballesteros "Seve", y una experiencia maravillosa. Es una película para televisión, la van a emitir en pantalla grande en Inglaterra. Es una producción que en España no se ha visto. De repente te encuentras con un director inglés que es una de las estrellas de la BBC, con un productor que es Jonathan Evans, que tiene un Oscar por haber descubierto a Kenneth Brannagh y ser el productor de "Enrique V", "Los amigos de Peter". El compositor de la música que había recibido un premio por "El discurso del rey", el montador otro premio por "L.A. Confidential". Entonces te encuentras en una producción donde eres el protagonista con un niño que hace de Seve y yo era su padre. Éramos los protagonistas de la película y dices "Madre del amor bendito". La película se rodó en castellano con subtítulos, porque no veían sentido a que los personajes españoles hablaran en inglés. Las intervenciones eran en castellano con transcripción en inglés y mucha imagen de archivo de Severiano en inglés. Fue una experiencia muy bonita en el cine.

Hemos hablado de teatro, de televisión, de cine. Como actor hemos hablado, pero escribir, dirigir... ¿te lo has planteado o te gustaría? 

He escrito muchas cosas. Varios libros de poesía, poesía de juventud. Pequeños guiones, guiones para cortometrajes, y de hecho uno de ellos, "Mentiras piadosas", lo adaptamos en teatro, y lo representamos en Microteatro. Lo extendí porque nos lo pidieron y estuvimos de bolo casi un año, ya como obra de teatro. Es una parte que queda ahí, me gusta la escritura, la lectura. Le tengo mucho respeto. Jamás me atrevería a dirigir. Creo mucho en los proyectos comunes, en la conjunción de cuatro o cinco cabezas y corazones trabajando juntos por un propósito. Hay gente con mucho talento, pero creo que la época renacentista pasó ya. Los que se lo crean, se lo guisan, se lo comen, se lo hacen, se lo deshacen, yo escribo, yo lo hago, yo lo dirijo, yo lo protagonizo, a mí particularmente me da mucho miedo. O me da mucho miedo o reconozco mi incapacidad absoluta para hacer eso. Básicamente me reconozco como intérprete. Me gusta que haya alguien fuera que me dirija en quien yo confíe. Me gusta mucho escribir. Pero creo en la conjunción de cuatro o cinco cabezas pensantes que puedan enriquecer lo que yo aporto. Creo que sinceramente es por asumir mi incapacidad, o mi falta de envergadura para asumir lo demás, o porque soy tan estricto y exigente con mi capacidad de trabajo, con lo que yo me exijo a mi mismo. Ponerme en la tesitura de estar dentro y fuera, hoy por hoy no. Sería incapaz. 

Hay algún texto o algún autor que te gustaría poner en pie o trabajar.

Tengo especial predilección por una obra de Sartre, "Keane". Tuve la suerte de verla interpretada por Derek Jacobi en Londres. Espectacular. Y luego tuve la oportunidad de verla con Jean-Paul Belmondo en la Comedie Française. "Keane" es la historia de un cómico, de hecho muchos actores y directores dicen que donde esté "Keane" que se quite "Hamlet". La recomiendo fervientemente. No voy a hacer spoiler, léanla. Es una obra de teatro maravillosa.

Gracias a Jose Navar por estar en A Escena Valencia y nosotros nos vamos a disfrutar de "Anastasia el musical". En breve tendréis nuestra reseña al detalle de este gran musical.

Gracias a A Escena Valencia. Gracias Pablo.