Del 24 al 26 de noviembre no te pierdas 'El Avaro' de Molière en el Teatre Principal de València. De la compañía Atalaya TNT llega la revisión y adaptación del clásico universal, dirigido por Ricardo Iniesta.

A.E.: Una de las señas de identidad de Atalaya es la adaptación de textos clásicos como la reciente 'El Rey Lear' o la magnífica adaptación de 'Celestina, la tragicomedia'. 

R.I.: Sí, es un montaje que ha podido verse durante todos estos años.

A.E.: En este caso, volviendo a 'El Avaro', se cumplen 400 años en 2022 del nacimiento de Molière. Sigue siendo uno de los dramaturgos universales.

R.I.: Valle-Inclán, Lorca, Francisco de Rojas Zorrilla... Molière en cuanto a calidad literaria no tiene la de todos estos nombres que te he dicho. Sí tiene todo un contenido por dentro, y como hombre de teatro, fundó toda la tradición de compañías, la Commedie Francaise, y un montón de compañías que vinieron detrás de él, siguiendo su modelo. Es un hombre fundamental en el teatro universal. Sin embargo, en la calidad literaria no tanto. Ahí nosotros hemos tenido la osadía de meternos y compensarlo, creando esa idea de comedia musical, que es lo que está haciendo que el espectáculo esté por todo el país poniendo en pie al público. Creo que el público se entusiasma, tanto por los guiños que hay de Molière como a los guiños actuales a nuestros grandes avaros. A las avaricias que tan seco pueden dejar a un país.   

A.E.: En este caso, si analizamos el elenco está Carmen Gallardo, considerada una de las mejores actrices del país. Con 5 nominaciones a los Premios Max de las Artes Escénicas.

R.I.: Blanca Portillo o Josep Maria Pou que la estuvo viendo en 'El Rey Lear' comentaban que si ella estuviera viviendo en Madrid o en Barcelona tendría varios Premios Max. Es así, en la periferia tenemos esa dificultad. Pero esa periferia también te permite hacer grandes proyectos, como el TNT. Nos acaban de dar 8.000 metros para sumar a los 3.000 que ya teníamos. Volviendo al reparto, no solamente Carmen Gallardo, sino también Silvia Garzón, que ha sido nominada en varias ocasiones a los Max, y María Sanz que es valenciana, y que ha estado nominada en su papel de Clitemnestra, que se estrenó precisamente en el Festival de Sagunt. Con Joanvi, que le recordamos y le debemos tanto la gente de teatro. María está impartiendo esta semana un taller en Valencia, porque aunque lleva en Sevilla 17 años, nunca renuncia a esa idea de que es valenciana y lo tiene muy claro. No solamente Carmen, sino que hay una estirpe de actrices y de actores de Atalaya que allá donde va está creando mucha pasión por el trabajo.

A.E.: En tus montajes, sueles asumir un esquema desde lo creativo: la dirección escénica, la adaptación textual y el espacio escénico. ¿Cómo es combinar las tres cosas?

R.I.: Con el espacio escénico empezamos trabajando con Juan Ruesga, pero enseguida vimos que tenía mucho más sentido que el trabajo viniera desde el período creativo de los actores. Los actores muchas veces proponen. Yo tengo mis ideas previas, y muchas veces el azar va propiciando que veamos, o dentro o fuera de nuestro proceso de investigación, objetos o elementos que son los que luego pueblan la escenografía. Por ejemplo, la idea de las puertas de 'El Avaro' fue un viaje y, precisamente desde TNT y su proyecto europeo, dentro de los varios que hemos tenido, dirigido por Juana Casado, y en una ciudad que es Polverigi, en Italia, una ciudad preciosa circundada por una muralla, y dentro casas con unas puertas. Todo verde, con diferentes tonalidades, y unas puertas que dan una idea como de laberinto, como de salto al vacío. Y entonces dije, "esto va a ser la escenografía de El Avaro". Surge de ahí, de casualidad. Otras veces de otros factores como decía Picasso, "que la inspiración te pille trabajando". Un director está siempre trabajando. Incluso cuando uno está de vacaciones está trabajando. Ahí estaba medio de vacaciones y enseguida pillé esa idea. El espacio escénico es algo que me ha interesado mucho. Yo empecé arquitectura. Lo dejé porque hacer la revolución estudiando 10 horas seguidas Arquitectura era más difícil que estudiar media hora diaria como en Historia. Dejé Arquitectura, pero se me quedó en vena, y la idea de espacio escénico siempre me cuadra muy bien. Tengo esa intuición, al igual que musicalmente no. Para eso, hay otros actores y el compositor Luis Navarro, pero sí tengo idea de la música que a lo mejor puede emocionar. Nunca podría ni componer ni apenas interpretar nada musicalmente. Y sin embargo, el espacio escénico sí. 

Hay veces que en donde hay un dramaturgo hay un director, pero no suele ser mi caso. Hay que buscarse la vida. Al principio, mi hermano Carlos hacía las tragedias. como fue la primera versión de 'Elektra', 'Medea'... lamentablemente lo dejó muy joven, y yo cogí las riendas. Me atreví a hacer 'Ricardo III', 'Celestina'... y vi que a la gente le gustaban estas versiones. Me decidí a incluirme completamente en la dramaturgia de cada montaje. A veces he sido más faltón con autores, como en este caso con Molière... Esa también es la obligación del director también, esa tríada de espacio escénico, director y dramaturgia. Para mí, creo que va muy unido. 

A.E.: De hecho, ahora he visto que vais al Festival Rayuela23, una iniciativa maravillosa de encompañías. Además vais al Teatre del Mar. En este caso, con 'Esperando a Godot'...

R.I.: Sí, es un conjunto de compañías. Tres de ellas son valencianas, 'Imprebis', 'Arden' y 'Albena'. Estamos como una docena o decena de compañías, que llevan más de 25 años, y en Andalucía hay poquitas, y con una idea de crear un festival. Se hizo el año pasado en el TNT. Lo organizó Atalaya, que era la anfitriona. Este año vamos a Teatre del Mar, lo organiza Iguana Teatre. Vamos efectivamente con 'Esperando a Godot', que se estrenó el año pasado en Murcia. Ha estado este año de gira en bastantes ciudades. Hacía muchos años que no íbamos a Palma de Mallorca. Creo que el presupuesto que se destina a compañías de fuera de las islas no es suficiente. En este caso, gracias a encompañías y siendo cuatro actores nada más, se puede llevar a cabo.

A.E.: Siempre me inspira como profesional del teatro ver montajes tuyos como 'Celestina', 'Marat Sade' 'El Rey Lear', 'Así que pasen cinco años'...

R.I.: Sí, además en el Teatre Principal hemos estado varias veces. En este ocasión, volvemos con 'El Avaro', el Teatre Principal es uno de los más bonitos, y siempre que venimos a Valencia se nos acoge con mucho cariño. También nosotros en el TNT hemos acogido compañías valencianas. Y de hecho esperamos poder volver al Principal con nuestro nuevo montaje 'Divinas palabras'. Ahí hay otro actor valenciano, otro fichaje, un actor jovencito de 20 años. De la nueva hornada, de la última generación. Lo hemos fichado del Laboratorio, ni siquiera lo ha terminado. Es un actor que tiene un talento físico brutal, y espero que se vea y seguro que se verá en Valencia. El año que viene se estrena y estará en gira.

 

A.E.: Dentro de la puesta en escena, hay ciertos elementos con los que juegas mucho. En 'La Celestina' jugabas con unas mesas largas, y en 'El Rey Lear' también. ¿En 'El Avaro' también los hay con el juego de las puertas? ¿Es algo que te gusta hacer desde la dirección escénica?

R.I.: Son 14 puertas de diferentes tamaños que giran a toda velocidad. La idea de las puertas no solamente es una visión escénica, sino también está asociada la idea de puertas porque había la posibilidad de que el escenario fuese un suelo lleno de puertas, que se abriera, y que esto fuera mucho más complicado. La idea de la puerta es porque el tesoro de don Harpagón está cerrado con mil y un cerrojos. Siempre estaba la idea de las puertas, para liberar ese aire, para sacar y liberar la tiranía de don Harpagón a la gente. También el desahucio, cuando las fuerzas de autoridad tiran una puerta abajo para sacar de su casa a una pobre mujer. Como ayer que vi una noticia, una pobre mujer de 88 años que la querían desahuciar en Barcelona. 'El Avaro' también habla de la idea del desahucio, que Molière si fuera ahora estaría encantado de que introdujéramos. Y eso que en su día no existía. En ese momento, era casi feudal, y esa idea del desahucio casi no existía como tal. Queríamos darle ese juego con esos palcos, esos poderosos que tienen tantísimos pisos para alquilar y echan a la gente de las casas. Es la avaricia. La pura avaricia, el peor pecado capital que sufrimos los demás. Mientras que la envidia es el peor para uno mismo. En este caso, estamos hablando de la avaricia. Es el leiv motiv de la obra. 

A.E.: ¿Qué es lo que más te atrajo del texto original? ¿Qué es lo que más te atrae de adaptar textos clásicos?

R.I.: Son los 400 años del nacimiento de Molière. A veces hay que recurrir a los aniversarios para que te echen cuentas. A Molière siempre le había tenido por hombre de teatro, que lo revolucionó. Hay una película sobre 'Molière' de Ariane Mnouchkine, y siempre me interesó mucho. Los textos no me han llegado nunca a convencer. Hay algo de la infancia que me recordó 'El Avaro' de Molière que había hecho Louis de Funès, un excelentísimo actor. De pequeño le admiraba muchísimo, luego me fui a otras culturas escénicas y de interpretación, pero siempre pensé en Molière y en Louis de Funès. La volví a ver. Es una de las grandes interpretaciones que hizo este hombre. De padre sevillano y madre gallega. Nació en Francia. Esa idea me cautivó y pensé "bueno, el texto se me cae un poquito de la manos", quité todo lo del culebrón, de que don Anselmo es el padre al final... con don Froilán, que no se llamaba en el origen, son esos homenajes que le hacemos al gran avaro. También del amante de la hija de Harpagón, y también de la amante del hijo... yo todo este culebrón lo he quitado de en medio. Me pareció como muy viejo. Tuve también la suerte de ver la versión con Alberto Sordi. En este caso, había una idea muy interesante, que era el desahucio. La chica joven que pretende Harpagón es la hija de una mujer que sufre un desahucio. Eso está en esta versión de Alberto Sordi. Entonces, yo cogí esa idea, también cogí esa idea del burdel. Cogí un punto crítico también, con la avaricia que tiene el burdel, la doble moral de los avaros. De ser muy cristiano y al mismo tiempo ser propietario de un burdel. Toda esa serie de pequeñas piedras que de alguna manera fui rescatando para meterlas en la dramaturgia. A mi favor tengo que llevo trabajando con los mismos actores décadas. Con Carmen son 40 años trabajando juntos. Con Silvia, que interpreta en este caso a la Vieja Trotaconventos, la Vieja Alcahueta. Silvia lleva conmigo 30 años. Y María Sanz lleva 17 años. Igual que con Lidia, con Raúl llevo décadas. Eso me permite saber muy bien cómo tirar como actrices o como actores en la dramaturgia. Qué pueden ellos enganchar y al mismo tiempo crearles pequeños retos. Nosotros jugamos con mover el suelo de debajo de los pies para que puedan ellos enganchar.

A.E.: ¿Hay algún texto, algún autor, que te gustaría poner en pie en un escenario?

R.I.: Inmediatamente vamos a empezar con el estreno de 'Divinas palabras' el año que viene. Y con los ensayos de 'El rey se muere' de Ionesco. No es que quiera, es que lo tenemos ya aprobado. Carmen Gallardo no va a estar en el montaje de 'Divinas palabras'. Vamos a hacer un trabajo físico brutal y visual con una escenografía que ya veréis. Los actores tienen que estar a una velocidad... Silvia Garzón cumple 50 años este año, aunque no lo parezca. Carmen está en los 60 y no quería meterse tanta caña física, pero sí que quería hacer 'El rey se muere' de Ionesco. Se estrenará finales del próximo año, principios del siguiente. Tenemos dos montajes por delante y van a tener que estrenarse sí o sí (risas).

Gracias Ricardo Iniesta por estar en A Escena Valencia. No os perdáis del 24 al 26 de noviembre 'El Avaro' en el Teatre Principal de València.