Durante dos décadas rondó la cabeza del dramaturgo y director de escena, Chema Cardeña, la idea de crear un espectáculo sobre el holocausto y el nacismo. Pero quería huir del dramatismo y la mera documentación histórica para construir una trama que atrapara al público y le llevara a preguntarse qué hubiera hecho, de vivir aquellas circunstancias. “Todos sabemos lo cíclica que puede ser la Historia, por eso me interesaba mucho que la gente se cuestionara, que fuera sincera consigo misma sobre cómo hubiera vivido todo aquello”, señala el autor de Shakespeare en Berlín, la obra de teatro que vuelve a Sala Russafa para despedirse de los escenarios con ocho últimas funciones.
Del 12 al 22 de mayo puede verse este thriller de la compañía valenciana Arden Producciones dentro de la programación escénica del festival Valencia Negra, cita imprescindible para los amantes del género noir y marco donde se presentó por primera vez en València, en mayo de 2017, tras su estreno en Barcelona y Sevilla. La inclusión de la obra en el festival se debe a que tiene un aire de cine negro y una trama de intriga creciente que se combina con referencias históricas para construir un relato cargado de humanidad, pero también de misterio y, sobre todo, de hondura psicológica sobre cómo se enfrentan sus tres protagonistas al surgimiento, auge y caída del partido de Adolf Hitler.
Son Leo, Martin y Elsa, tres amigos a los que interpretan el propio Cardeña junto a Juan Carlos Garés e Iria Márquez. Se conocen en los círculos artísticos del Berlín de 1920 y disfrutan de la libertad reinante hasta que, al principio de los años 30, el empleo y el dinero escasean. Es el caldo de cultivo de un extremismo y racismo que llegará a cotas inimaginables.
A lo largo del espectáculo, el país va sufriendo una evolución ideológica en la que sus protagonistas se ven abocados a posicionarse y que se refleja en cómo transcurre su vida cotidiana, su pequeña historia, durante momentos que han marcado el devenir del siglo XX, como el incendio del Reichstag, la noche de los cristales rotos, la II Guerra Mundial o el final de los juicios de Nüremberg.
La ambientación, con la proyección de audiovisuales de la época, el diseño de luces y vestuario, van situando al espectador a lo largo del viaje que emprenden estos tres personajes, llevados por lo que está ocurriendo en su país. Un ambiente que complica inevitablemente sus relaciones y que les llevará a enfrentarse a un dilema que plantea al espectador la pregunta ‘¿y tú, que hubieras hecho?’
“Cuando pensaba en escribir esta obra no podía saber que el mundo iba a cambiar tanto, que los espectadores iban a encontrar tantas similitudes entre la realidad y lo que ocurre en el escenario”, explica Cardeña. Y no sólo se refiere a la reciente invasión de Ucrania por una Rusia llevada por un líder de pretensiones casi mesiánicas que pretende reconstruir un imperio. También al auge de los extremismos y populismos en la política de prácticamente cualquier país del mundo, incluido España, así como de la manipulación a través de propaganda y ‘fake news’. “Quizá eso es lo que ha hecho que este espectáculo conectara tanto con el público, que pone a la sociedad frente al espejo”, señala su autor y director de escena.
OCHO ÚLTIMAS FUNCIONES PARA CERRAR SEIS AÑOS DE GIRA Y MIL ANÉCDOTAS
Shakespeare en Berlín se ha representado en más de 120 localidades de España y Portugal durante casi años de gira, pandemia incluida. Toda una aventura que se empezó con sesiones de escritura y de ensayo, precisamente, en la sala que acoge su retirada de los escenarios.
“Uno de los motivos de crear Sala Russafa era tener un centro de producción y exhibición escénica, donde pudiéramos gestar nuestros espectáculos, pero también acoger a otras formaciones en residencias creativas y estrenos”, explica Juan Carlos Garés, intérprete y productor de esta pieza de Arden Producciones, la compañía impulsora del teatro alojado en el barrio de Ruzafa.
Galardonada con el Premio al Mejor Texto Teatral por la Asociación de Escritores y Críticos Literarios de València (2018), el espectáculo fue finalista en los Premios Max de 2017 al Mejor Actor Secundario y candidato en las categorías de Mejor Espectáculo Teatral y Mejor Autoría. Son solo algunos de los reconocimientos que ha obtenido este montaje, con excelentes críticas a su paso por ciudades como Barcelona, Sevilla, Valencia o Braga y Oporto (Portugal).
Un viaje que arrancó en el Teatro Gaudí de Barcelona, donde volvió al año siguiente, justo el día después de la declaración de independencia por parte del gobierno autonómico catalán. Un clima de división social y política que hizo que de aquellas funciones unas de las más intensas de su gira. La compañía también guarda especial recuerdo de los coloquios con el público organizados al acabar las funciones, pero también las charlas espontáneas de espectadores que les esperaban a la salida del teatro. “Hemos tenido conversaciones súper interesantes con descendientes de judíos y de alemanes que querían contarnos qué les había parecido la obra y las anécdotas de familiares que vivieron aquella época”, recuerda Garés, para quien también ha sido impactante situaciones derivadas de la pandemia. Por ejemplo, actuar frente a un patio de butacas para 800 espectadores donde sólo dejaban pasar a 30 personas, y el resto de los asientos estaban cerrados y atravesados por una cruz blanca. O tener función a las cuatro de la tarde en Sevilla porque a las seis había toque de queda en la ciudad.
Shakespeare en Berlín se ha consolidado como uno de los espectáculos más exitosos en 27 años de trayectoria para Arden Producciones, para quienes ha llegado el momento de cerrar esta etapa. “Vamos a echar mucho de menos a estos personajes y todo lo que nos han dado, ha sido una experiencia preciosa. Pero ya estamos preparando nuestro nuevo montaje y tenemos que dejar espacio para otras historias” explica Cardeña, director artístico de la compañía, en referencia a El perfume del tiempo, la nueva pieza que estrenarán después del verano y que completará la ‘Trilogía de la memoria’, que arrancó con Shakespeare en Berlín y continuó con La invasión de los bárbaros, espectáculo actualmente en gira, junto a alguna funciones escogidas para la obra con la que recientemente celebraron su aniversario, La Niebla.
Hasta el momento de echar definitivamente el telón de Shakespeare en Berlín, del 12 al 22 de mayo quedan ocho representaciones en Sala Russafa, cargadas de emoción y de referencias al pasado, pero también al presente. Dos semanas antes de que los trajes, el texto y escenografía pasen a un baúl, al almacén, al archivo. Y queden en el recuerdo, para su público y sus intérpretes, un montón de aprendizajes y de buenas historias.
Entradas a la venta: SHAKESPEARE EN BERLÍN (salarussafa.es)
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