Hablamos en A Escena Valencia con la actriz Victoria Salvador, que recientemente fue galardonada con el 'Premi de les Arts Escèniques Valencianes a Millor Actriu' por 'Proyecto Meitner' de la compañía CRIT Teatre. En esta entrevista, hacemos un repaso por su trayectoria y lo que para ella significa ser actriz.

A.E.: Lo primero me gustaría darte la enhorabuena por el premio, es una obra muy especial, 'Proyecto Meitner', de la compañía CRIT, y un trabajo que además habla de la ciencia. ¿Cómo fue el momento de recibir el premio?

V.S.: Cuando hice el trabajo no lo esperaba, es en lo último que pienso cuando hago un trabajo. Sí que es verdad que cuando salieron las tres nominaciones, y vi que estaba con compañeras más jóvenes, pensé que igual el jurado podría tener en cuenta un poco la trayectoria, o el hecho de que realmente en todos estos años nunca había recibido un premio de Teatres de la Generalitat. Pensé que esta vez tenía más posibilidades. Mis compañeras han hecho dos trabajos excelentes.

A.E.: Quería preguntarte por 'Los Gondra (una historia vasca)' y 'Los Últimos Gondra', que hemos podido ver recientemente en el Teatro Valle-Inclán de Madrid. Las dos forman parte de una trilogía, y se han podido ver esta temporada seguidas. Quería preguntarte ¿cómo ha sido ese proceso de estar en función y a la vez preparando las otras?

V.S.: Ha sido una movida bastante fuerte. Se trataba de estrenar un nuevo montaje, bastante complicado porque éramos 15 personas en escena, y a la vez que ensayábamos ese nuevo montaje, dedicábamos a lo mejor un día o un par de días a la semana para recuperar esos dos montajes que se habían estrenado anteriormente. En concreto, en mi caso yo trabajé la primera parte de los Gondra. La segunda parte era producción del Teatro Español y contaba con un elenco más reducido. Teniendo en cuenta que habían pasado cuatro años desde el estreno de 'Los Gondra 1', hubo que hacer sustituciones. Era un poco costoso a la hora de recordar, y por otra parte era una experiencia muy bonita. 

En teatro siempre pasa algo estupendo, cuando te vuelves a enfrentar a un trabajo, o después de haberlo dejado en reposo, es cuando surgen cosas nuevas, lo coges desde otro punto. Sencillamente, también porque estás en un punto vital diferente al que estabas cuando se estrenó. Fue una experiencia gratificante poder volver a montar 'Los Gondra 1', pero luego hemos tenido problemas porque durante la exhibición de toda la trilogía, los trabajadores, los técnicos del CDN, han hecho parones, a modo de huelga, de protesta ante el Ministerio por problemas que tienen ellos. Sí que es verdad que justo dos de esos parones cogieron precisamente la función de 'Los Gondra 1' que se hacía los viernes. Ellos hacen un parón de dos horas, que corresponde con un estreno que se haga en un teatro dependiente del Ministerio. Los estrenos eran los viernes. 

Los viernes eran los días destinados a hacer 'Los Gondra 1', con lo cual esta función, que es muy compleja porque tenía mucho esfuerzo, de mucho vestuario, de muchos personajes, de mucha locura, pues se quedó realmente con dos días de exhibición. Era un esfuerzo un poco desproporcionado con el resultado que íbamos a hacer. En el caso de esta función fue un poco lamentable porque nos quedamos en dos días de funciones solo con público.

Aparte de eso, la experiencia ha sido muy chula.

A.E.: Me gustaría aprovechar esta entrevista para hacer un flashback, al año 1984, 1985... En tu carrera hay como nombres muy concretos, que han marcado tu trayectoria, sobre todo a la hora de la dirección. En estos años que estoy nombrando ahora hay dos nombres muy claros, Carles Alfaro y Rafa Calatayud, obras como 'El malalt imaginari', 'Hotel temporal'... Hablo de esos montajes, hay muchos más. Hablamos de Pavana, hablamos de Moma, también de Jerónimo Cornelles con Bramant... En tu trayectoria has trabajado con ciertos directores, y has repetido varias veces, además son tres directores muy diferentes entre sí...

V.S.: Mi primera experiencia fue con Carles Alfaro, con la incipiente Moma Teatre en aquel momento. Una experiencia muy chula, nos arriesgamos con este 'Enfermo Imaginario', también era el primer trabajo de dirección de Carles, llegamos a la función un poco verdes. Eran nuestros principios, estábamos entrando en acción en aquel momento. Fue una experiencia muy gratificante, la primera vez que me subí a un escenario, la primera vez que me encontré con el público. Realmente tuvo una acogida bastante calurosa. Luego me fui a Italia, estuve unos años trabajando fuera. Fue un momento como de desconexión. 

A la vuelta, trabajé con Carles como ayudante de dirección. Para el año 99 volví a trabajar con él en 'Nascuts culpables', mucho más adulto y más maduro como director. Tenía muchos más recursos que cuando yo lo conocí y empezamos juntos. Con Rafa me pasó un poco lo mismo, tuvimos este encuentro con la comedia musical, la había escrito él, era muy divertida. Era como un cuento de la Cenicienta traspasado a esa especie de glamour, de unas actrices, de unas personas del mundo Hollywood, de Broadway, que a él siempre le ha gustado tanto. Me pasó un poco lo mismo. Al volver estuve trabajando con él como ayudante de dirección. En el 94 me ofreció 'Pánico contenido'...

A.E.: En alguna conversación de teatro sale esa función...

V.S.: Dejó huella, era un discurso muy femenino. En aquel momento, éramos tres actrices, se hablaban de temas importantes. Había una violación en escena. La verdad es que con esa facilidad que tiene Rafa para el mundo de la mujer, de lo femenino, intentó hacer una cosa muy divertida y a la vez muy tremenda. Había de todo en la función. Con él, me reencontré mucho más como actriz, en 'Bebé', y ya cuando los dos nos pusimos juntos a interpretar con 'Una jornada particular' y 'Una hora y media de retraso'. Con él sí que he tenido ese crecer juntos, nos conocemos mucho, hemos trabajado mucho juntos, sabemos lo que nos ofrecemos el uno al otro, sé lo que le ofrezco cuando hemos hecho una ayudantía de dirección, se ha creado como mucha complicidad.

Lo pasamos muy bien juntos. La verdad es que Rafa crea muy buen equipo y muy buen ambiente. Te da mucha confianza a la hora de trabajar. Eso se nota en los resultados. Me gustaría hacer una mención especial a Jero. Tanto Rafa como Carles confiaron en mí una gran temporada como ayudante de dirección, como persona de teatro. Jero, desde el principio, desde 2005 que me llama para hacer 'Construyendo a Verónica' me dio la posibilidad de siempre trabajar como actriz. En tres años consecutivos, hicimos 'Construyendo a Verónica', 'Reencuentros', '2:24', incluso 'Confesiones', que estuve también de ayudante de dirección pero acabé como actriz haciendo la sustitución de Rosana Pastor. Con él rompí el hielo, sobre todo en '2:24' para mí era un reto estar trabajando con Juan Mandli, fue una experiencia estupenda.

A.E.: Quería preguntarte por ese tiempo de desconexión, del 89-90, de desconexión de aquí me refiero. Trabajaste con Strehler, en el Teatro del Piccolo.

V.S.: Esa experiencia para mí fue definitiva. Fue un antes y un después. Yo había hecho cositas aquí, había estudiado en la ESAD de Valencia, pero no la había acabado, me la había dejado en tercero. Había hecho cursos, hice uno con José Luis Gómez, que pude acceder gracias a Carles Alfaro, porque nos vinimos una temporada a Madrid a aprender. Yo sentía que a pesar de haber hecho teatro, de haberme subido a un escenario, yo no dominaba el oficio, ni sabía muy bien en qué consistía. Sentí como la pulsión, como la necesidad, de formarme fuera. Italia me resultaba cercana. Había visto cosas de Comedia dell'arte hechas por el Piccolo, que me habían emocionado. "Debe ser maravilloso poder hacer esto". Y allí que me fui (risas) Me enteré que había un curso de Comedia dell'arte de tres meses en la Escuela Municipal de Milán, y estando allí, acabando el curso, fueron tres meses bastante intensos, vi que el Piccolo iba a abrir una escuela de teatro. Y pensé: "yo quiero entrar aquí, como sea". Lo conseguí. Hubo todo un año de selección para entrar allí. Eran tres pruebas las que se hicieron, y conseguí entrar. 

Fueron tres años de trabajo, de estudio, en los que además de las clases que teníamos, porque había clases de todo, de mimo, de canto, de teoría... lo que es una escuela de teatro, de interpretación... A parte de eso, Strehler contaba con nosotros para el montaje que él estaba haciendo en el Teatro Estudio, que era "Faust. Frammenti. Parte 1", obra magnífica de Goethe. Estábamos haciendo la figuración. En escenas de mucha gente. Contaba con los alumnos. Además de las clases, teníamos una práctica en escena, en el escenario, participando en sus montajes, viendo dirigir y actuar a Strehler, porque en aquellos montajes él también participó como actor. Hacía Fausto. Fue una experiencia muy enriquecedora, porque el Piccolo trabaja con unos medios importantes, había mucha profesión y profesionalidad a la hora de plantear todo. Entré en contacto y aprendí mucho. Yo siempre digo que si puedo dar clases de teatro con cierta solvencia es gracias a haber estado allí. Aprendí el oficio. Aprendí la técnica. Lo que es la técnica del actor, la técnica de actuar. Saber decir un texto. Dar importancia a lo que dices, a cómo lo dices. Y en ese sentido, me abrió todo un mundo. 

A.E.: Cuando estaba estudiando teatro, hubo un montaje que me marcó mucho, 'Una jornada particular'. Los alumnos es bueno que veamos montajes que nos marquen, y a docentes que estén trabajando. Unas alumnas tuyas fueron a verte a Madrid. Es importante que se creen esos vínculos. No solamente es estar en la clase. Darles la materia que les des, pero que te vean también trabajar. Creo que complementa bastante la formación.

V.S.: Debería ser lo normal. Desgraciadamente es lo extraordinario. Te hablo de la enseñanza pública. En la privada, por ejemplo en la Escuela del Actor no hay problema con esto. La mayoría de docentes son profesionales en activo, pero tal y como están planteados los estudios de arte dramático, y la administración que los lleva, prácticamente hacen inviable que un profesor, además de profesor, pueda seguir trabajando en su oficio. Y seguir formándose, seguir aprendiendo. Y por tanto, seguir ofreciendo nuevo material y nueva experiencia en las clases. Porque de alguna manera es algo que se retroalimenta. 

En mi caso, en estos momentos, ahora estoy en Madrid trabajando este curso, es porque me he desactivado de la bolsa de trabajo de funcionaria interina donde estoy en Valencia. Y gracias a eso puedo elegir. Igual llega un día en el que no pueda elegir, porque me propongan algo. Es complejo. Y a veces contradictorio. Que la Administración no se plantee vías para hacer posible que una profesora o un profesor de teatro siga formándose y ejerciendo su profesión. No hay que olvidar que los estudios se hacen para ejercer este oficio. Van dirigidos ahí. Es una reflexión que hay que hacer. Lo noto y lo siento, los alumnos agradecen mucho tener una docente, un docente, que pise un escenario. 

A.E.: ¿Cuál es tu próximo proyecto? Si se puede decir...

V.S.: Con Helena Pimenta, con UR Teatro, voy a hacer el personaje de María en 'Noche de Reyes', que se va a estrenar el día 20 de enero en el Matadero de Madrid. Producción del Teatro Español y de UR Teatro. De momento llevamos unos 10 días o así, ver a Helena Pimenta en acción es estupendo. Es una gran sabia del teatro, como he oído llamarla en un par de ocasiones estos días, y me parece muy adecuado. 

A.E.: Para los creativos es bueno el movimiento...

V.S.: En Valencia estamos en proceso de crecer. Aquí en Madrid sigue haciéndose mucho más teatro, y con gente importante, la verdad. 

A.E.: Viendo tu currículum y tu trayectoria, sé que no he hablado de muchos montajes, son muy diferentes entre sí. ¿Qué es lo que te suele gustar como actriz? Cuando decides coger un proyecto, ¿te gusta algún género concreto?, ¿más quizá el personaje?, ¿o te dejas llevar?...

V.S.: En principio me dejo llevar. (Risas). Entre otras cosas, porque tampoco podemos elegir. Cuando te ofrecen algo, si no tienes nada que hacer en ese momento, ni te coincide con algo, dices que sí. Porque más vale trabajar que no trabajar. Todos partimos de esta hambre que tenemos siempre de hacer teatro. Es verdad que yo me apunto a un bombardeo. Incluso tengo experiencias maravillosas. De gente que ha sido mi alumna. Como es el caso de Laura Sanchis, y que al cabo de los años me propone hacer 'Nagg y Nell', una obra que ha escrito ella y su compañía Perros Daneses, y va a coproducirla con Culturarts. Yo ahí me lanzo de cabeza. No tengo ningún problema. Pero sí que es verdad que a mí me han gustado mucho, también por la formación que tuve en el Piccolo, los clásicos. Eso es algo que en Valencia desgraciadamente no he tenido la suerte de hacer. 

Yo ahora estoy feliz en parte porque es la primera vez que voy a hacer un Shakespeare, y para mí eso es como "guau, qué bien". Por fin voy a poder participar en un Shakespeare, y no cualquier Shakespeare. 'Noche de Reyes' es una comedia deliciosa, y además de la mano de Helena Pimenta. Yo quería trabajar con ella desde que vi 'Sueño de una noche de verano' en los años 90 en el Teatre Rialto de València. Es muy brava cuando dirige clásicos. Los adapta con una mirada muy cercana. Consigue acercárnoslos, hacérnoslos más directos. Me gusta también trabajar, como ha sido en el caso de CRIT, con jóvenes compañías, que están creciendo, que están apareciendo. Me pasó lo mismo cuando Puy Navarro me ofreció hacer 'Else y Henry', fueron cuatro funciones que se vieron en el Teatro Inestable. Pero de alguna manera te tienen a ti en activo y te siguen poniendo las pilas a la hora de mantenerte como actriz, y por otra parte abrir nuevas posibilidades y puertas a gente que está empezando o no tiene tanta experiencia, pero que son valientes. Apuestan por sus productos, por sus trabajos. Como actriz veterana, o con experiencia, me siento muy agradecida cuando la gente más joven cuenta conmigo.

Muchas gracias a Victoria Salvador por estar en A Escena Valencia.