Se ha celebrado estos días la tercera edición del Laboratorio de Dramaturgia "Insula Dramataria Josep Lluís Sirera" con la lectura dramatizada de los textos de los autores participantes, y que son el fruto del trabajo realizado en este laboratorio de dramaturgia. Esta edición ha estado formada por cuatro piezas, todas ellas bajo la coordinación del dramaturgo y director Paco Zarzoso: 'Y en la mañana todo se desvanece' de Lucía Sáez; 'Yana o la malaltia del temps' de Paula Llorens; 'Indústria' de Xavi Puchades; y 'La casa del dolor' de Víctor Sánchez.


Sobre el proyecto:

El Laboratorio de Dramaturgia "Insula Dramataria Josep Lluís Sirera" se puso en marcha en 2018, con el objetivo de estimular la escritura teatral, potenciar la dramaturgia viva de nuestras autoras y autores dramáticos. El laboratorio consiste en un proceso de creación de textos en el que los autores seleccionados cada año realizan reuniones conjuntas y establecen contacto con otros profesionales escénicos. Se realizan lecturas escenificadas de cada una de las obras escritas, así como su publicación, y también la producción y exhibición de algunos de los textos. 

El director y dramaturgo Paco Zarzoso es el encargado de coordinar el laboratorio. El Institut Valencià de Cultura (IVC) publica las obras de los autores del Laboratorio de Dramaturgia "Insula Dramataria Josep Lluís Sirera", que edita el Centre de Documentació del Institut Valencià de Cultura. Estas publicaciones están disponibles en la librería LLIG de la Generalitat, así como en librerías especializadas.


Entrevista con Roberto García:

Hemos podido hablar con Roberto García, Director Adjunto de Artes Escénicas del Institut Valencià de Cultura, momentos antes de estrenar una de las lecturas dramatizadas de la tercera edición del Laboratorio de Dramaturgia Insula Dramataria Josep Lluís Sirera. Le agradecemos desde A Escena Valencia este rato de agradable charla en el Teatre Rialto.

Estamos inmersos estos días en las lecturas dramatizadas de la Insula Dramataria. Cuatro lecturas, cuatro autores, y un proyecto consolidado. Te agradezco tu atención Roberto con esta entrevista, sé que vas con mucho jaleo estos días. Estamos hablando de una tercera edición de este formato. ¿Cómo notas la evolución respecto a las tres ediciones del proyecto?

Creo que un número tres suena a consolidación. Y fruto de la experiencia de las dos ediciones anteriores, hemos marcado como unos elementos muy positivos. Uno de ellos ha sido reducir el número de autores o de propuestas, de 6 que tuvimos en la primera y segunda edición a 4 en esta edición, para así hacer más productivas las sesiones de trabajo. Ha sido un elemento interesante. Otro elemento ha sido incorporar a una especie de compañero de viaje, una tutoría externa que ha estado en manos de Josep Maria Miró, un autor catalán de mucho prestigio, y que nos ha acompañado desde el momento de la selección, en un momento intermedio, no ha podido venir a las lecturas pero hará como una última evaluación, y probablemente incluso escribirá el prólogo de cada una de las obras en la edición escrita. Y luego, otro elemento de evolución ha sido la incorporación de una persona de la edición anterior, que en este caso ha sido Javier Sahuquillo, y que ha hecho el trabajo como de relator, no solo opinaba en las sesiones de trabajo sino que también se encargaba de realizar la documentación del proceso, y ahora durante las lecturas ha escrito como unos pequeños prólogos, que ha sido como un invento de juego que creíamos que él podía aportar. Todos estos elementos creo que han hecho que la edición de este año haya sido más madura y más provechosa. 

Son cuatro obras, ¿cómo ha sido la selección de los textos en esta edición?

Hacemos como todos los años una convocatoria abierta. Este año, por ejemplo, había un elemento que acotaba a la hora de presentarse, que era vincular su propuesta a un clásico. Un clásico en el amplio sentido de la palabra. Podía ser una obra dramática, una pintura... Utilizar el clásico como palanca para escribir un texto que puede ser un punto de partida. Eso ha hecho que a la hora de seleccionar las propuestas más interesantes tratáramos de ver la propuesta y cómo esa propuesta dialoga con todos esos clásicos. Luego, como siempre, el criterio de Paco como coordinador, y en este caso de Josep Maria Miró. Ellos han seleccionado las propuestas que consideraban más interesantes. El apoyo a la dramaturgia está siendo muy poderoso desde otros frentes, están nuestras propias producciones, ahora se incorpora el proyecto de radioteatro. Paco me decía de broma que se nos van agotando los cartuchos... (risas).

Creo que es importante reividicar el papel del dramaturgo/dramaturga...

En la edición de este año, Paula Llorens me hacía un comentario sobre su sensación, y me decía que "es la vez que más tiempo he dedicado a parir un texto". Y en ese comentario, creo que está la esencia de lo que nosotros queremos estimular. Los procesos de producción, ya no solo en el caso del teatro público, sino de otra realidad que conozco bien porque vengo también de ahí, la de las compañías, de las producciones privadas, generan unas obligaciones, unas esclavitudes, porque tienes que generar rápidamente un texto que se tiene que producir, que se tiene que estrenar... Uno de los elementos clave del Laboratorio de Dramaturgia Insula Dramataria Josep Lluis Sirera es realmente obligar a los autores a que paren, piensen, se equivoquen... Que tengan tiempo, que lo puedan contrastar en este caso con otros compañeros y compañeras de viaje. Y eso, desgraciadamente no se da en la dramaturgia, como no se da en ningún orden de nuestra vida acelerada y neurasténica. Esto es importante.

Cuando presentas un texto y eres seleccionado es un reto para el dramaturgo/dramaturga. Es un compromiso y te tienes que "obligar" a generar ese texto en el laboratorio y disponer de ese tiempo. Creo que es muy interesante para darnos ese tiempo para escribir.

Hay una cosa que pedimos obligatoria, y es un compromiso. Si resultas seleccionado hay un proceso de trabajo, además te expones de alguna manera. No es "ya os iré enviando escenas"... Las jornadas y reuniones obligan a la gente a venir. Este año tan accidentado, y a pesar de la pandemia y del confinamiento, ellos han hecho jornadas interminables virtuales. Eran sesiones de debate, de lectura. Lógicamente, el material se ha ido compartiendo semana a semana.

Para ellos también ha sido una convivencia y conocerse más...

Más o menos nos conocemos todos y todas en el sector. Cada edición ha creado como unas pequeñas tribus que han vivido muy intensamente. Me acuerdo de la primera edición que eran seis autoras. Yo quería darle un impulso a la dramaturgia femenina, porque las propuestas escénicas más interesantes,  casi el 80%, venían de mujeres. Y ya ese año recuerdo que crearon un vínculo emocional entre ellas muy potente. Cuando mostramos la edición y los libros impresos en diciembre, que es cuando además hacemos públicas las personas del siguiente laboratorio, parecía un capítulo de "La Casa de la Pradera" (risas). Estaban todas enamoradísimas, agradecidísimas de haberse conocido... Se crea un vínculo personal que más allá de lo profesional, es muy intenso. Esa peripecia humana creo que también da sentido a nuestro trabajo. Aparte de por supuesto la parte de oficio y la parte de aprender y perfeccionarte, enfrentarte a retos. Es una experiencia humana que me te la llevas para toda la vida. 

¿Cuándo soléis empezar el proceso en el Laboratorio Insula Dramataria Josep Lluis Sirera?

En diciembre, antes de Navidad, tenemos una primera o segunda sesión, donde Paco plantea unos deberes, que son como unas pautas importantes. A la vuelta de Navidad, ya es seguido y muy seguido mes a mes. Luego hay reuniones conjuntas, pero a partir de un momento Paco trabaja individualmente con cada uno. 

Empiezan las crisis, los laberintos, el "y esto hacia dónde lo llevo"...

Lo interesante son esas crisis. Es una de las partes más apasionantes. Por eso es un laboratorio, implica una prueba/error. Y a veces es interesante y necesario equivocarse. Y Paco siempre está pendiente.Yo sé que ha estado fines de semana de médico de guardia al teléfono, aconsejando algunas propuestas que estaban como más perdidas, o en un punto de inflexión. El laboratorio trata de estimular ese trabajo de seguimiento como muy intenso. 

Cuando llegamos a este punto, que las obras ya se pueden ver y se ponen en pie en un escenario, lo que es el reparto, mezclar intérpretes más consolidados con nuevas generaciones, ¿cómo es la selección de intérpretes en las piezas?

A diferencia de nuestras producciones, donde sistemáticamente hacemos castings abiertos a toda la profesión, en este caso la selección para ser operativos nace de los autores, o de los autores y directores si son personas diferentes. Lo consensúan. Es interesante ver esa mezcla de profesionales consagrados con gente más joven. Creo que también en los autores está la sensibilidad de ofrecer la oportunidad a un abanico de personas variado. 

Muchas gracias Roberto. Como siempre, un placer poder hablar contigo. 

A vosotros. Muchas gracias.




 Fotos vía IVC / Valencia Teatros